Ayer me fuí a dar una vuelta, con el coche, por Sigüenza, sí, por esas carreteras de dios, para ir al castillo ese que sabía que estaba allí, pero no había ido nunca, asi que me entró el gusanillo y a pesar de la que estaba cayendo, me marché para allá.
La nostalgia me entró cuando pasé por el kilómetro 103 y dije, hace una semana estábamos allí, casi se me saltan las lágrimas, por los recuerdos.
Llegué a Sigüenza y yendo en dirección hacia el rio salado, me encuentro con una honda goldwing y digo, vaya valiente, salir con este tiempo, pero en la siguiente curva, veo otra y otra y otra y más y más, incluso triciclos y pensé como nosotros la semana pasada.
Me indicaban que fuera más despacio por si las moscas, y eso que no es que yo corra mucho con el coche tampoco. Qué recuerdos me traían, y eso que el tiempo con la lluvia y demás no parecía ser muy indicado, pero ahí estaban yendo despacito, en grupo, con sus antenitas, me recordaban a las hormiguitas.
En fín, se os echa de menos y eso que os he conocido unos pocos días.
Ya está debo de estar melancólico.