Hola a todos.
Le he puesto unos devil de carbono a la fazer. El invento en sí está homologado y suena más bonito que el original pero más o menos los mismos decibelios.
Tiene la posibilidad de quitarle unos topes, entonces suena que da gusto... pero demasiado, para estrenarlo me fuí de finde a Madrid y a los pocos km tuve que parar a comprar tapones para los oidos.
Hoy los ha visto mi vecinito, enamorado de las motos y que lleva aaañños haciéndome la pelota, hemos ido a un camino para ver como suenan y al volver por una parcelaria recien asfaltada me he olvidado todo aquello que aprendí sobre no dejar la moto y acordándome de mis inicios con la cota de un amigo más o menos a su edad, se la he dejado, le he explicado como iba y que ni se le ocurriera acelerar, que tantease primero los frenos... Total que se va con la moto al ralentí tanteando como le había dicho y tal y a los 300 metros la acelera un poco y mete 2ª (Ya empezamos)acelera un poco más (Cuidado hombre!) y le da gas a fondo, yo me retiro a la cuneta a hechar una meada y le oigo que vuelve llevándola hasta el corte y metiendo marchas, intenta parar pero pasa a toda hostia y al final del camino da la vuelta y viene al ralentí, se para y se baja temblando de frío y de emoción y me dice que ha estirado la 4ª ¡Imposible eso son 220 km/h! Sería la 1ª o 2ª, bueno a lo mejor era la tercera dice el cabrito, pero estoy pensando que pasó realmente a toda hostia, bueno eso es lo de menos, pero a pesar del frío y del tirón muscular que le dió al dar la vuelta, el brillo de sus ojos me deja claro que esta noche no podrá dormir.
Otra futura adquisición para los carroñeros de la ruta, je, je.