Respecto a esa duda, pues, casualmente, yo insisto mucho al principio de las clases teóricas en lo fundamental que resulta forjar un espíritu anticipativo, un espíritu combativo y a veces aguerrido dentro del motorista. Es algo básico para enfrentarse a tantas y tantas eventualidades como nos presenta la carretera.
Sin embargo, el espíritu aguerrido es una cosa y la tensión que lleva a la rigidez otra.
Recuerda que no debes agarrarte al manillar. El manillar, como bien sabes, es una parte móvil que dirige la dirección de la moto y no está diseñada para agarrarse a él. Se debe de guiar con mucha atención, alerta, pero manteniendo un ligera holgura pongamos de 1 cm hacia ambos lados. A partir de ese cm, firmeza, mucha firmeza para controlar la dirección ante posibles sacudidas. Pero, ojo, firmeza y no rigidez.
Para agarrarte debes de emplear las piernas y los pies haciendo diferentes palancas en cada momento.
Creo que te irá bien perder un rato en leer estos dos artículos: Cómo frenar y Posición y movimientos sobre la moto.
Pero antes recuerda dos cosas muy básicas, si me permites que te las recomiende:
1.- Relaja los hombros. Es en los hombros donde siempre se concentra la tensión del motorista.
2.- Cuando hagas una zona virada, de montaña, por ejemplo, acuérdate de respirar, de respirar profundamente en los cortos tramos rectos que siempre hay entre una y otra serie de curvas enlazadas.
Respira y repasa la instrumentación, es una forma de acordarte de respirar.
Un saludo y mucha suerte.
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En la primera era de la humanidad superior se consideraba como la virtud más aristocrática la valentía; en la segunda, la justicia; en la tercera, la moderación; en la cuarta, la sabiduría. ¿En qué era vivimos nosotros? Friedrich Nietzsche