El agudo y constante pitido del teléfono me despertó... tarde como
Medio minuto en reaccionar y estire la mano para coger el auricular.
-¿diga?-fue lo único que salió de mi pastosa garganta.
-hola Miguel. -dijo una voz desconocida.
-¿Sí?-respondí-¿quien es?
-¿no te acuerdas?-agrego el desconocido.
-pues no... y como no me digas quien eres ¡ya¡ te voy a colgar-
-espera. Espera. soy yo... José
Un timbre de alarma sonó en mi cabeza al instante, ahora reconocía a quien pertenecía la voz.
Lo único que me venia a la cabeza eran malos momentos muy malos.
-no sé que ostias buscan... pero sea lo que sea no me interesa... pasa de mí... te cuelgo. me interrumpió antes de acabar la frase con un tono nervioso y agitado me suplico que no colgase .Las tres de la mañana mucho sueño y ninguna gana de hablar con él. No se como pero al final dije:
-tienes un minuto José, después se acabo.
-gracias Miguel... de verdad ahora escucha... -
Pasaron cinco minutos... seguía con el teléfono pegado a la oreja, lo que estaba oyendo se escapaba a mi lógica.
-un momento jose. -le interrumpi-me estoy meando, vuelvo en un minuto.
-date prisa-me suplico.
Me levante de un bote de la cama fui al baño y eche una larga meada. Luego me lave las manos y la cara. Estaba totalmente despejado... ahora lo que más necesitaba era una dosis de café y un camel. Cambie el café por un largo trago de agua del grifo, pero el camel lo cogí de mis pantalones de regreso a la cama, lo encendí antes de coger el auricular y di una larga calada antes de seguir escuchando. Media hora después... y con tres colillas de cigarro aplastadas con las zapatillas de gasa contra el parquet. Colgué el teléfono.
Me quede un rato mirando a las musarañas con la cabeza tratando de asimilar toda la información que acababa de recibir. Cuando por fin desperté del trance había tomado una decisión.
Me levanté de la cama y mientras me dirigía de nuevo al cuarto de baño me quité el niki y los calzoncillos que quedaron tirados por la habitación. Me di una larga ducha... mientras aproveche para ordenar mis ideas.
Minutos después con un olor a café recién hecho delicioso empecé a hacer llamadas... alguien tendría ganas de asesinarme en breve, a las cuatro y media de la mañana no es buena idear llamar por teléfono.
La primera llamada fue al gerente de mi empresa. Para avisarle que tenia que ausentarme por un periodo indeterminado por causas personales y que confiaba en él para que siguiera funcionando la empresa como buena persona que era no me hizo preguntas. Y me dijo que quedase tranquilo que el se ocuparía este año, en Navidades tenia que darle un buen aguinaldo. Se lo merecía.
Me tome un café bien cargado. Al instante me sentí más despierto, encendí otro camel y volví a marcar. Pero al final colgué. La siguiente llamada era absurda. La verdad es que no tenia a nadie más en mi vida lo suficiente importante como para molestarle a estas horas, "la soledad del triunfador "me dije a mí mismo de coña.
Deje el móvil en la mesa y me fui a mi habitación par vestirme y preparar una maleta... lastima que no estuviese aquí Manuela mi asistenta. Ella era la que siempre se ocupaba de estas cosas.
Metí una par de mudas, unos vaqueros, camisas y nikis. Del baño traje el neceser y como aún quedaba sitio metí unos zapatos y unos playeros. Bien, eso ya estaba. Ahora un par de chaquetas una de abrigo y una más fina, el ordenador portátil del despacho y las llaves del m3. ¡ya estaba listo¡
Antes de salir al garaje deje una nota a Manuela y la deje dinero... creo que no se me olvidaba nada.entre en el garaje.cuyas luces se encendieron solas al abrir la puerta, bajo la fuerte luz de los fluorescentes brillaban con fuerza
La carrocería negra de mi m3 y el rojo carenado de la 998... lastima, no sé cuando volvería a cogerla para dar una vuelta y quemar un poco de adrenalina. Desconecte la alarma del m3 y me dirigí al maletero, allí desposité la maleta y el portátil y lo volví a cerrar. Eche un ultimo vistazo a la Ducati y me monte en el coche.metí la llave y en cuanto la gire el 6 en linea cobró vida.
Salí del garaje y conduje despacio por el camino de salida de mi propiedad, aprovecha para encender la radio... noticias, fútbol... pasando. Mejor algo de musica. Algo tranquilo. Elegí el CD de Fletwood Mac.Salí a la calle principal de la urbanización. Que paz. Ni rata por la calle. Eche un vistazo al reloj. Cinco y tres minutos. Dentro de poco empezaría él trafico matutino... mejor dejar la ciudad cuanto antes.
Me detuve en una gasolinera abierta las 24 horas y llene hasta los topes él deposito de 98.el chaval que atendía dentro de la cabina solo tenia ojos para el m3.-si te lo propones tu tendrás uno igual algún dia. -le dije.
Me devolvió las tarjetas con una sonrisa y me deseo buen viaje. Bien. El motor ya tenia temperatura. Me quedaban mas de 400km de viaje y como decía una chica que conocí... lo pero de ir de un sitio a otro es el tiempo que tardas en hacerlo. Cuanto menos mejor, así que apague el cigarro en el cenicero. Flexione un poco las manos en el volante, lo sujete bien con la izquierda y con la derecha fui hacia la palanca de cambios, pise fuerte el acelerador, el suave murmullo de motor se convirtió al instante en un rugido que incitaba a más y más y le di lo que pedía.
El trayecto se me hizo demasiado corto... no sé sí por haber ido muy rápido. O porque no tenia demasiadas ganas de llegar, el caso es que no tuve problemas en encontrar el restaurante de carretera donde me había citado con José. Detuve el m3 enfrente a la entrada y deje un par de minutos al ralentí el motor antes de pararlo, mientras me di un par de estirones... ahora empezaba a notar el cansancio.
Poco después entre en el local, buscando con los ojos a mi cita, llevaba casi cinco años sin verlo... esperaba poder reconocerle sin problemas... pero el caso es que allí no estaba.
-igual esta en el baño-me dije y me encamine hacia la barra.
Se acerco una camarera de una edad indeterminada... demasiado tiempo
madrugando para poner cafés y carajillos a los camioneros dejan su huella.
-buenos días, ¿qué va a ser?-me dijo con voz desganada.
-café con leche, por favor-respondí.
Acto seguido se dio la vuelta mostrando su enorme trasero y se dirigió hacia la cafetera.
Encendí otro camel... ¿cuantos llevaba ya hoy? Y mire un poco por todo el local.aparte de un grupo de camioneros que charlaban animadamente de fútbol en un lateral de la barra solo había otra persona, un repartidor de "Danone", que se tomaba un respiro para desayunar.
La camarera regresó enseguida con mi café y me pregunto que si quería tomar algún bollo o algo así. Negué con la cabeza y regreso a sus quehaceres.
Termine el café... José no venia. Me acerque hasta el extremo de la barra y cogí el marca, lo empece a ojear por hacer tiempo... pase rápidamente hasta encontrar la sección de motor... otra vez Schumacher había vuelto a ganar con Ferrari en la formula 1... esto ya se parece al moto gp, Rossi, Rossi y Rossi... empieza a ser aburrido.
Después de esperar tres cuartos de hora y con un cabreo que aumentaba por segundos decidí marcharme, pague el café y salí a la calle.
El sol ya se empezaba a dejarse ver y hacia una temperatura agradable.
"Este cabron no va a venir"-pense-"como me haya cascado este viajecito en vano lo mato".
Paseé entre los trailers aparcados mientras decidía que hacer.al final opte por lo más lógico, yo sabia donde vivia. Así que lo mejor seria ir allí ya que estaba a un paso.
Regresé al coche arranque y volví a entrar en la nacional, a los diez kilómetros vi el cruce que llevaba hasta mi pueblo... una vez decidí que jamas volvería a pisarlo, pero ya ves. Acababa de poner el intermitente.
En cuanto tome la estrecha carretera un montón de recuerdos vinieron de golpe a mi cabeza. Buenos y malos.los buenos eran de cuando teníamos 18 años, cuando José, el primero en sacarse el carnet de conducir estreno el supercinco GTL tres puertas de sesenta caballos.
El pueblo se encontraba a unos doscientos metros por encima del nivel de la nacional y la carretera para llegar era empinada y con muchas curvas, nosotros creíamos que era un puerto y lo subíamos con el cinquillo derrapando en cada curva... ¡qué tiempos!
Me acordaba de cada curva... la siguiente engañaba. Se cerraba mucho y estaba peraltada al revés... ¿le doy?-me pregunte... mejor no... -decidí-y acerté, ya que nada mas tomarla despacio me encontré de frente con un guardiacivil en mitad de mi carril haciéndome señales que parase agitando los brazos.
Me detuve sin apuros y baje la ventanilla.
-¿que ocurre?-pregunte al agente en cuanto estuvo a mi lado.
-ha habido un accidente. unos trescientos metros más arriba.-respondió con voz agitada-avance despacio hasta donde pueda y retírese de la calzada para dejar paso a la ambulancia que esta al llegar.
-muy bien. -respondí intranquilo.
El agente reemprendío la carrera carretera abajo y yo avance despacio.
Tal y como había dicho poco después me topé con el coche patrulla y otro par de coches detenidos en un pequeño perdido fuera de la calzada. Aparqué allí también y me baje del coche rápidamente con un mal presentimiento¿no será José?
Empece a caminar cada vez más rápido... hasta que al final llegue prácticamente a la carrera hasta el lugar donde faltaba un tramo completo de guardarrail.
Allí estaban un par de personas, mirando hacia abajo. Donde se podía ver un coche azul que no supe identificar y el otro agente del la mereterita. Forcejeando con la puerta del conductor.
-¿que ha ocurrido?-pregunte con voz nerviosa.
Un tipo se giro y con gesto de horror me dijo que cuando él subía apareció el coche azul a toda velocidad y que no tomo la curva... sino que fue directamente contra el guardarrail, reventándolo y saliendo despedido barranco abajo.
-¿sabe quien es?-le apremié.
-Sí. Es uno del pueblo... creo que se llamaba. ¿Cómo era?-José... -insinúe yo
-¡eso es! Ese es.
-¿saben como esta?¿ Esta herido?
El tipo puso gesto de mal rollo y señalándome el vehículo destrozado abajo en el fondo del barranco dijo:
-pues me temo lo peor... aún esta dentro del coche. Yo que he bajado el primero y lo he visto... la verdad... tenia muy mala pinta, yo no me apostaría un euro por su pellejo.
-¡¡caguen dios!! -grité yo, asustando a los dos tipos. -¡¡lo sabia joder... lo sabia¡¡
los dos hombres se apartaron de mi un par de metros y yo sin pensármelo dos veces empecé a bajar dando botes por entre los hierbajos hacia donde estaba el coche destrozado.
El guardia civil se percato de mi llegada por los trozos de piedra y tierra que me precedían... y enseguida antes de acabar de bajar me echo el alto.
-¡¡alto ahí¡¡. No puede seguir!!-dijo mal humorado.
-es mi amigo le dije mientras le apartaba de mi camino de un empujón.
Lo tire al suelo de culo... aunque no era esa mi intención.
Mientras trataba de levantarse jurando en hebreo me tire de rodillas al suelo y mire por el parabrisas destrozado el interior del coche.
"Dios mio"pense cerrando involuntariamente los ojos... solo se veía carne destrozada y sangre goteando... el conductor era irreconocible.
Traté de armarme de valor para echar otro vistazo... pero una mano en mi hombro de un tirón me apartó.
El guardia civil con un cabreo de narices, se planto delante de mí y por un momento llegue a creer que iba a pegarme un guantazo. Y luego empezó a decirme que me iba a detener y que me iba a caer un paquete de cojones. Mientras yo no hacia más que retroceder y pedirle disculpas, me salvo el pitido de la sirena de la ambulancia que ya subía hacia aquí. El agente me miró. Y me dijo que me largase de allí cagando leches. le hice caso y comencé a trepar de nuevo
No hizo falta esperar mucho tiempo... en diez minutos ya supe que José estaba muerto. Desde arriba... donde cada vez se agolpaba mas gente pude ver el gesto claro del medico del 061 diciendo que no había nada que hacer.
Enseguida más agentes de la benemérita que habían llegado nos hicieron movernos y despejar el lugar ordenándonos regresar a nuestros vehículos y seguir nuestro camino.
Sentado en el coche. Mientras esperaba que la cola empezase a avanzar,
no dejaba de decirme que algo andaba mal. Muy mal. Pero no sabia que cojones era... mi conversación con José por teléfono no fueron mas que conjeturas... nada lo suficientemente claro para lograr hacerme una idea por vaga que fuera. ahora sí lo que tenia más claro que el agua es que aquello no había sido un accidente...
¡Seguro! Nadie como José se conocía aquella carretera... y la idea de que hubiese fallado algo en el coche, los frenos. la dirección... quedaba totalmente descartada ya que si de algo estaba seguro es de que José llevaba el coche siempre apunto, era su hobbie...
La idea del asesinato empezó a rondarme por la cabeza... pero era demasiado pronto para lanzarme. Antes tendría que averiguar mas datos.
Llegue hasta el pueblo un rato después... no lo reconocía... lo que antes eran fincas de remolacha. Ahora eran adosados unifamiliares. Seguí hasta la plaza del pueblo y aparque a la sombra de un árbol.ahora venia lo peor... me arme de valor y me baje, la noticia del accidente ya se había corrido por el pueblo y la gente se reunía en círculos comentando la tragedia.
Indeciso... camine fuera de la plaza, no quería ver a nadie, seguro que se acordaban de mí, y seguro también que no me iban a recibir con una sonrisa y menos hoy.
Perdido entre las callejuelas. rebanándome los sesos sin llegar a nada claro una voz me saco de mis pensamientos.
-¿miguel?-dijo una voz femenina.
Me gire sorprendido, una mujer joven, que no reconocía repitió la pregunta.
-si, ¿quien eres tú, de que me conoces?
-¿no sabes quien soy?-dijo mostrándome una bella sonrisa.
-no, de verdad... -
-soy Bea... tonto-replico ella.
-no caigo... lo siento-
ella entonces se llevó las manos a la boca y metiéndose los dedos y estirándola empezó a graznar...
-Bea. Fea... dientes de sable...
-joder-exclame-no me lo puedo creer ¡¡cómo has crecido!!-Sí. -dijo ella ya sin las manos en la boca-han pasado siete años desde la ultima vez que nos vimos.-
-¿qué has hecho con el aparato de los dientes?-pregunte yo estúpidamente.
-hace mucho que no lo uso... ya se me pusieron los piños en su sitio.
-claro. -
-¿que haces tú por aquí?-me disparó.
-pues veras. -no sabia si decirle la verdad.
-¿Sí?-me apremió.
Por una parte no me apetecía nada soltar palabra, pero pensándolo fríamente, igual ella era la única que quisiese dirigirme la palabra en todo el pueblo y necesitaba informacion, así que se lo conté todo.
-fiuuu... -silbó ella cuando termine-¡¡vaya marrón¡¡
-Bea... -la mire a los ojos-necesito ayuda.
Se lo estuvo pensando un buen rato antes de responderme.
-¿estas al tanto de lo que ha pasado últimamente en el pueblo?¿Sabes lo de Eva?
Eva, ese nombre se me clavo como un puñal en el cuerpo, creí que aquello ya era prueba superada. Pero no. Aún lo llevaba dentro.
-no-dije tajante-no tengo ni idea y si no me hubiese llamado José ayer seguiría feliz así.
-bueno, esto va a ser largo...
-tengo todo el tiempo del mundo.
Ella miró su reloj.
-escucha Miguel... ahora estoy trabajando, lo hago en un bar de la plaza, me he escapado cuando te he reconocido pero tengo que volver... ¿quedamos apara comer?
-claro-respondi-
-escucha... hazme caso, vete del pueblo, ya sabes que no eres bien recibido aquí.
-ya lo sé...
-poco antes de tomar el cruce hay un restaurante de carretera.
-lo conozco, he desayunado en él.
-a las dos en punto allí... ¿vale?
-allí estaré.
Entonces ella se acercó a mí, me planto un par de besos en las mejillas y se marcho deprisa por donde había llegado, yo espere un minuto y caminé hacia el coche. Me faltaban un par de boca calles para llegar a la plaza cuando otra voz y esta vez menos cariñosa dijo mi nombre.
De nuevo me volví y vi enfrente a Matias, el hermano de Oscar.
-¿que coño haces aquí.asesino?-me grito.-hola Matias-respondi.
-hola ni ostias -me grito mientras comenzaba a venir hacia mí con los puños prietos.
-no quiero jaleo... -le advertí-dejame en paz.
Pero fue inutil, antes de que me diese cuanta lo tenia encima, repartiendo golpes sin sentido por todos los lados.
No me resulto nada fácil esquivarlos, pero alguno que otro me alcanzó.
Me mantuve a la defensiva... tratando de simplemente detener su ataque. No quería hacerle daño. En un instante la calle se lleno de gente gritando. Unos que parase y otros animándolo. Yo me defendía como podía... Matías estaba descargando su furia, acumulada durante estos siete años. Y parecía que tenia para rato.
Ya tenia los antebrazos doloridos de parar sus ataques y el estomago medio revuelto de los golpes que me habían alcanzado... si no se calmaba pronto tendría que pararlo yo.
Entonces una voz sobresalió de la del resto gritando su nombre.
Los dos nos detuvimos en el acto, el sorprendido y yo agradecido por el descanso.
Miré entre la gente par ver quien había gritado. Momento que aprovecho Matías para sacudirme un directo a la cabeza que me tiró al suelo. Dejándome medio k.o.
no me acuerdo de mucho más. Solo que alguien se apiadó de mí y que me levanto del suelo... luego recuerdo que me llevaron en volandas hasta mi coche. Que alguien lo abrió y me metió dentro. Y que me tiraron después las llaves a la cara... mientras me aseguraban que la próxima vez no detendrían a Matías.
No se como lo hice pero arranqué y me fui del pueblo, me detuve en un camino en cuanto salí de él y luego la oscuridad se hizo sobre mí.
Cuando me desperté desorientado. La cabeza me dolía horrores, me mire en el espejo interior a ver como tenia la cara. Bueno. Un gran golpe en el pómulo izquierdo que me dolía solo de mirarlo... por lo menos no me había dejado el ojo morado.
"Que mala ostia tiene el Matías"ya le vale, la próxima vez que me cruce con él no le voy a dejar que me toque un pelo"me dije.
Mire mi reloj, la una y cuarto, mejor seria bajar al restaurante y tomarme una tortilla de aspirinas mientras esperaba que viniese Eva. La camarera que me atendió por la mañana seguía allí y cuando la pregunte por las aspirinas me lanzó una sonrisa y miro descaradamente el golpe de mi cara.
-¿tienes sitio para comer dos personas?-la pregunte cuando regreso.
-para ti y para tu chichón... -se burló ella.
-eso es-respondí yo poniéndole mi peor cara.
-pasa dentro-me señalo la puerta del comedor-y elige.
-gracias-respondí y me tome un par de calmantes con un sorbo de agua.
El comedor estaba vacío... malo me dije, si aquí no comen los camioneros es que no será muy buena la comida y me senté en la primera mesa libre que vi. Mientras esperaba que llegase mi acompañante, recordé tiempos pasados, cuando la gente dice que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor se equivocaba, por lo menos en mi caso.
Toda mi infancia y mi juventud fueron las normales de un chico de pueblo. Teníamos la pandilla... las bicis... esas cosas, además yo tenia dos buenos amigos... amigos de los de verdad, José y Eva... crecimos juntos, y todo fue maravilloso hasta que a Eva le empezaron a crecer las tetas.
A partir de entonces todo se complico... y entre José y yo mas que amistad empezó una relación de competición por ver quien se llevaba a la chica...
No era para menos... ella era preciosa. Más alta que yo... con una figura delicada pero fuerte a la vez. El primer verano que se hizo "mayor" y la vimos en el rio con su bikini José y yo nos pasamos toda la tarde dentro del río... porque no había dios que bajase aquello.
Ella siempre supo que nos tenia en sus manos y se aprovechaba bien... además de una belleza era muy lista, pero cometió el error de no decidirse por uno de los dos o por cualquier otro hasta que fue demasiado tarde y nuestra amistad se rompió.
Cuando acabamos los estudios de formación profesional ella se fue a la universidad, a Valladolid, y ahí pienso que es cuando la perdí... o eso es lo que yo me quiero creer, vaya.
José tenia buga y él menda no y aunque tomaba el tren para visitarla en cuanto podia. José me llevaba ventaja e iba a verla cuando queria. Como andábamos picados no me decía nada... el muy cabron. El pobre cabron mejor dicho, que ahora estaba en una bolsa de plástico. vaya mierda...
Los años que estuvo fuera fueron duros. Pero los veranos eran maravillosos... por lo menos a rachas. Me acuerdo que casi pierdo mi primer empleo por que quería cogerme vacaciones cuando ella estuviese en el pueblo y no me las querían dar... vaya follón que arme. A esos años la sangre hierve demasiado... y no hay quien te pare.
Nos juntábamos todas las tardes en la piscina municipal... cuando el sol ya no quemaba. Nos dábamos un baño y nos quedábamos hasta las tantas charlando y bromeando.
Ella era cruel... y hasta el ultimo momento no elegía quien la acompañaba a casa... el día que te tocaba eras el rey del mundo y el día que elegía a José me comía los huevos de rabia y envidia... ¡¡qué tontos eramos¡¡
Mientras... nuestros otros dos compañeros habituales, Oscar y Bea se enamoraron y disfrutaron de aquellos años mucho mejor que nosotros.
El tiempo fue pasando y nosotros empeorando... al final entre mi amigo y yo. Casi odio es lo que había y eso que pasábamos todo el tiempo juntos.hasta que un día todo estallo... y de la peor forma.
Eran fiestas en un pueblo cercano y tocaba "barricada"... llevábamos esperando ese fin de semana todo el verano, como siempre. Fuimos en el supercinco. Bebimos y bebimos hasta estar a tope y bailamos y cantamos en el concierto como locos, tanto es así que casi nos liamos a tortas con una pandilla de punkis que habían llegado al pueblo para fiestas.cuando termino el concierto, seguimos de fiesta por los bares, Eva estaba pletórica y repartía besos y mimos para los dos por igual. ¡¡que felicidad¡¡
La noche se fue pasando y de la alergia de la borrachera pasamos al bajón pero ella seguía animada y no paraba, al final no se porque empezamos a discutir José y yo y a poco nos damos, menos mal que aparecieron por allí Oscar y Bea y pusieron orden.
Total que al final, despechado y herido en mi orgullo me dio el punto de irme a casa andando... ya me pudieron insistir ya. Que yo en mis trece no cedí y empecé a caminar.
Oscar que era un buen amigo. Tras esperar diez minutos a que recapacitase y volviera... que hubiera sido lo más normal. Al ver que no lo hacia. Decidió ir a buscarme, mientras los otros tres esperaban a que se le bajase el punto a José para poder volver en el coche.
Oscar tuvo mala suerte... y en vez de encontrarme a mí. Que había cogido un buen paso y caminaba con determinación por el arcén de la nacional. Se encontró con el grupo de punkis con los que habíamos tenido follón en el concierto.
No tuvieron piedad... lo machacaron a palos aprovechando que estaba solo... lo dejaron tirado medio muerto en la calle y desaparecieron, nadie los volvió a ver. Excepto yo.lo encontrarón su novia y Eva. Que al ver que no regresabamos. Dejaron a José durmiendo en el supercinco y salieron a buscarnos.
Yo me cruce con la ambulancia por la nacional, no me imaginaba que fuera dentro mi amigo.cuando me recogió mi padre a seis kilómetros del pueblo en medio de la nacional, nada mas ver su cara supe que algo malo había pasado.cuando me lo contaba camino del hospital me derrumbé y comencé a llorar, cuando por fin llegamos a urgencias todo había acabado, Oscar había muerto a causa de una hemorragia interna, los médicos no pudieron hacer nada por salvarlo.
Como no... me sentí responsable por mi empeño en volver andando, y encima no se porque todo el mundo me dio la razón y me echaron las culpas de la tragedia.
No me dejaron asistir ni a su funeral y la vida en el pueblo se hizo tan insoportable que al final mis padres, para evitar otra tragedia decidieron venderlo todo y sacarme del pueblo, nadie vino a despedirse, ni José... ni eva.fue el día mas triste de mi vida.
Luego a empezar de cero... no me sentía a gusto en casa, veía la tristeza en los ojos de mis padres que habían abandonado toda su vida por mi culpa y decidí enrolarme en él ejercito, cuanto más lejos mejor, Melilla me pareció un buen lugar y me hice voluntario de la legión.
De aquella época no tengo nada que decir, nada mas que aprendí a matar de mil formas diferentes y de forjarme un cuerpo fuerte, un día vi que podía largarme de allí sin más, pedí la baja y se acabo.
Luego me busque la vida y acabe entrando en una empresa de seguridad privada, aquello más que entretenido estaba bien remunerado, ser escolta de personajes de alto rango no es ni arriesgado... nadie se suele atrever a atentar contra ellos, conoces famosos, Michael Jackson... los Rolling, AC/DC, Madonna... y encima pagaban de puta madre, tanto es así que después de unos años decidí montarme yo mismo una empresa, pero a mi estilo, estando en este trabajo, ves cosas muy raras, en las que solo tienes que tener los ojos abiertos, las manos preparadas y la boca cerrada.
Lo primero es crear un nombre y decir que haces algo, en mi caso la excusa fue una empresa de seguridad a pequeña escala, que prácticamente solo genera perdidas... pero es la tapadera perfecta para mí otro negocio, el que si es rentable.
Luego con los contactos adquiridos reúnes a los buenos clientes, los que pagan en serio y los que exigen eficacia y discreccion, yo no escolto estrellas, yo y mis socios de confianza escoltamos maletas llenas de dinero a suiza. Escoltamos información privilegiada que mueve los hilos del pais, también nos encargamos de vigilar y controlar las actividades de hijos o esposas"descarriadas de gente de mucha pasta... y solucionamos determinados problemas de forma directa y eficaz, sin dejar rastro.
Y así a transcurrido mi vida hasta hoy. Rico y solo, el mayor consuelo es que he podido devolver la alegría a mis padres, les compre unos terrenos y una bonita casa en un pueblo de León y me consta que son felices. En cuanto a mi vida social... no tengo, en este trabajo nunca sabes cuando te va a sonar el teléfono o vas a recibir un correo cifrado... novias... ninguna, conozco un servicio de señoritas de compañía elegante que me resuelve el problema cuando el hambre aprieta y punto.
En esto estaba cuando se abrió la puerta del comedor y entro Bea. tenia el semblante triste y se quedo mirándome el pómulo disgustada.
-te dije que té fueras-me sermoneó.
-no me dio tiempo-respondí.
-ese Matías es un bruto... ¿te duele?-bastante-
-me he enterado en el bar, todo el mundo dice que te ha dado una buena lección.
-no opino lo mismo, pero no me apetece hablar más sobre ello.
-lo entiendo-dijo ella.
-oye Bea... -empecé a decir-quiero que sepas que sentí mucho lo de Oscar, no se lo merecía.
Su rostro se entristeció un instante, pero luego volvió a sonreír.
-lo sé Miguel, no hace falta que lo digas, la gente del pueblo se nubló de odio y al no encontrar a los culpables lo depositaron todo sobre ti.
Me encogí de hombros, no sabia que responder.
-el pasado, pasado esta -agregó ella dando el tema por zanjado.-¿comemos?
-me parece perfecto.
Mientras esperamos a que venga la camarera que tal si me vas poniendo al día... -la dije yo, mientras encendía un cigarro.
-¿fumas?-la ofrecí
-trae uno anda- me dijo y la pase el paquete.
-bueno por donde empiezo... -continuo-bueno ya sabrás que José y Eva se casaron el año siguiente. -asentí con la cabeza-bueno... pues todo fue normal hasta que compraron el viejo castillo del monte.
-¡¡no fastidies, pero si no quedaba una pierde encima de otra. ¡¡
-pues si señor, un día llegó un extranjero al pueblo y se lo recorrió hasta averiguar que el castillo pertenecía al pueblo.
-¿y lo compro sin mas?-la interrumpí yo.
-Calma, calma que se me había olvidado un pequeño detalle... ¿a quien no sabes quien era el alcalde?
-pues no tengo ni idea-respondi sinceramente.-¡¡Eva!!-exclamó ella.
-¿en serio?-pregunte.
-y por el PP.
-madre mía nunca me lo hubiese imaginado.
Sigo... pues entonces empezaron a negociar el extranjero y la alcaldesa y al final se lo vendieron por un precio modico. No sé si por un millón o algo así a cambio de reconstruirlo según se hizo y de permitir visitas a los vecinos del pueblo en fechas señaladas, Navidades, en fiestas del pueblo y esas cosas.
-pues no esta mal... no me parece mala idea.
-no ni a los demás tampoco, así que se hizo. No veas la pasta que debía tener el tío ese. En cuanto todo quedo arreglado legalmente comenzaron las obras. A lo bestia... ni te imaginas
en ese momento entro mi camarera favorita con la carta en las manos, la dejo sobre la mesa y recito de memoria lo que ponía en el papel.elegimos una ensalada par dos y filetes de ternera, vino claro para mí y para Bea agua.cuando se retiro seguimos hablando.
-en siete meses lo levantaron de nuevo... ha quedado precioso. Tendrías que verlo. Pero mejor que no. jejeje-dijo sonriendo-no vaya a ser que Matías te atice de nuevo.
-muy graciosa, pero continua de momento no veo nada raro-repuse.
-espera impaciente... que ahora empieza lo mejor, veras pues con tanto tramite y tal. Eva y el tipo ese empezaron a relacionarse mucho. En el pueblo comenzaron las habladurías... ya sabes como es la gente.
-como en todos los lados-conteste.
-pues al final crearon como una sociedad histórica y tal y se marchaban muchas veces de viaje.
-¿y que decía José de todo esto, no le parecía raro?- pregunte extrañado.
-el pobre no tenia tiempo para preocuparse de eso, había problemas de regulación de empleo donde trabajaba y como estaba de enlace sindical se pasaba todo el día de reuniones fuera tratando de resolver los problemas.
-no me digas más al final se separaron... -aventuré.-¡¡Mucho más fuerte! Un día José regresó de viaje y se encontró una nota en la cocina... ella lo había dejado por el morro y se fue a vivir con el extranjero al castillo. no veas que fuerte¡¡¡
-no me lo puedo creer... -seguro que todo esto no es un cuento...
-de verdad... no sabes como se quedó el pobre José...
La camarera regresó con la comida y esperamos en silencio hasta que volvió a marcharse.
-la gente del pueblo encima le tomaba el pelo-continuo ella-era una vergüenza.
-¿y como reacciono él? José no era de los que se rilan...
-pues esta vez tocó fondo, dejo el trabajo... iba a buscarla al castillo. Mas de un día le vi volver nagullado, como si le hubiesen pegado, cosa prácticamente segura ya que el tipo ese siempre esta rodeado de cuatro gorilas que alucinas.
-pobre hombre... no me podía ni imaginar que le hubiese pasado lo que me estas contando.
-al final desapareció del pueblo. -continuó ella-creiamos que se había suicidado. La guardia civil lo busco una semana, hasta trajeron buzos y rastrearon el fondo del rio, ¡no veas que movida! Estaba en paradero desconocido. pusieron carteles suyos por toda la comarca.
Pero al final un día apareció... tenia mejor aspecto y estaba más animado, tuvo que bajar al cuartelillo para asegurar que estaba vivo.venia siempre a tomar café a mi bar y se notaba el cambio, un día incluso cascó a uno que empezó a llamarle cornudo por lo bajines... no veas lo sacó a ostias a la plaza...
-cuando fue eso... -pregunté extrañado por el cambio de actitud sufrido por José.
-pues hace cosa de un mes o dos...
-¿te dijo algo... comento alguna cosa?
-pues lo cierto es que hace poco el viernes pasado me dijo que todo se iba a arreglar pronto que tenia cogido al alemán por los huevos y que no pararía hasta que él se largase y Eva volviese de nuevo.
-¿nada mas?
-eso es lo único que se sale de lo normal.
Me quedaron pensativo unos segundos..."aquí hay tema... fijo" me parece que voy a necesitar ayuda.
Seguimos comiendo y charlando, pero ya no pude sacar nada más en claro. A eso de las tres y media Bea me dijo que se tenia que ir de nuevo al trabajo.
-un segundo-le rogué-voy a quedarme por aquí una temporada, me gustaría aclarar este asunto.
-no se te ocurrirá volver de nuevo al pueblo...
-por supuesto, cuento contigo para que me digas cuando es el entierro.
-estas loco-
-como todo el mundo... unos días mas y otros menos.
-esta bien... ¿cómo me pongo en contacto contigo?
Le di mi numero de teléfono y lo apunto en un trozo del mantel de papel.
-eso no es todo... -continué-esto va en serio, voy a necesitar tu ayuda y necesito saber que cuento contigo. ¿Estas de acuerdo o lo dejamos aquí?
Se lo pensó poco y me respondió con gesto seguro que podía contar con ella, nos dimos un par de besos y ella se alejó hacia la salida.
Antes de que cruzase la puerta sentí un impulso y la grite:
-¡¡Bea ¡¡-ella se volvió.
-¿Te acuerdas que los que mataron a Oscar nunca fueron encontrados?
Ella asintió con la cabeza.
-No te preocupes... yo si les encontré. Nunca más volverán a hacer daño a nadie... te lo juro.
-¿Están encerrados?-pregunto.
-No-respondí yo seriamente.
-¿Entonces....?-se atrevió a preguntar a pesar de que el gesto de su cara parecía conocer ya la respuesta.
Me limite a asentir con la cabeza y la sonreí con afecto.
Se me quedo mirando unos segundos... luego sonrió y se fue. Me quede tomando una copa de Jack Daniél´s mientras en mi cabeza empezaba a tejer mis planes.
Mas tarde... recorrí la nacional hasta que encontré un hostal, necesitaba un sitio para quedarme unos días, me registre y pagué una semana por adelantado. El dueño, un hombre muy amable me acompañó hasta la habitación, era pequeña pero estaba muy limpia.
Le di una propina y el hombre me dejó a solas, tiré la maleta sobre la cama y el portátil lo deje sobre una pequeña mesa que hacia las veces de escritorio.
Bien, ya estabamos en marcha. Ya notaba ese cosquilleo que siempre me entraba cuando empezaba un nuevo asunto.en este caso además era personal.
Cogí el móvil y el paquete de camel y me salí a la diminuta terraza que daba a la nacional.
Marqué le teléfono de mi mejor socio... respondió al primer timbrazo.
-victor, soy yo... -dije.
-dime jefe. -bromeó él-¿qué ocurre?
-deja todo lo que estés haciendo... llama a kike y a Nikita y veniros enseguida a esta direccion-le di la del hostal. Víctor nunca hacia preguntas banales.
-creo que para la hora de cenar podremos estar ahí.
-perfecto amigo... -repliqué yo.
-¿necesitamos algo en especial?-preguntó.
-no creo, pero por si acaso pásate por el "economato" y te traes algo de todo.
-ok... me pongo en marcha-concluyo Víctor.
-hasta luego entonces-dije yo y colgué.
De momento no podía hacer nada más, no me gustaban las esperas, me dediqué a mirar la carretera donde los grandes camiones pasaban sin cesar.
Entonces delante de mí pasó una grúa con los restos de un coche destrozado... lo reconocí al instante. Era el de José... tenia que echarle un vistazo.
Baje corriendo las escaleras desde el segundo piso donde se encontraba mi habitación... me despedí del dueño con un hasta luego sin dejar de correr y fui a por el coche.
Arranque, metió primera y salí derrapando por la gravilla, dando contravolantazos para enderezar la trasera que bailaba como loca empujada por los 343cv del motor.
En cuanto salí a la carretera empecé a subir marchas y enseguida me vi a mas de doscientos adelantando trailers de tres en tres... pero en diez minutos ya estaba pegado a 100 por hora tras la grua.decidí seguir detrás de ella hasta que llegase a su destino. Que fue un desguace unos 15 kilómetros mas adelante.
Detuve el BMW en la puerta de entrada mientras la grúa entraba dentro del recinto.
Yo entre después andando, mirando restos de vehículos que antes fueron los amos de la carretera y que ahora esperaban a la maquina que los convertiría en fardos de chatarra.
De repente me salieron al paso dos doberman ladrando y echando espuma por la boca... me quede tieso, sin mover ni una pestaña. Los perros se plantaron a dos metros de mí y se quedaron inmóviles pero amenazantes.
"mierda" - me dije a mí mismo - "lo que me faltaba"
Así estuvimos un buen rato... yo mirando a los perros para echar a correr si se empezaban a mover y los perros mirándome a mí, preparados para saltar sobre mí si intentaba moverme. Menos mal que apareció un tipo con unas fachas asquerosas y llamó a los perros, los cuales fueron a su lado al instante y comenzaron a lamerle las manos.
-uff. -exclamé yo aliviado-muchas gracias, pense que se me iban a merendar.
-y eso hubiesen hecho... -me respondió malhumorado-no les gustan los extraños... y a mi tampoco-agregó.
-lo siento mucho... pero..- No me dejo acabar.
-¿que busca? Aquí no vendemos piezas... estos coches son para la trituradora.
-verá, le he visto pasar... y tenia cargado el coche en que se ha matado mi amigo esta mañana... me gustaría poder echarle un vistazo al coche.
El tipo levantó las cejas extrañado y se paso las manos grasientas por el mentón.
-uhmm-empezó-¿y para que quieres verlo?¿No te da cosa?
-necesito hacerlo, créame cuando le digo que es lo que menos me apetece hacer hoy. Pero necesito ver ese coche.
-¿y si no me da la gana de dejarle verlo?-amenazó él.
Me lo pense unos instantes y entonces saque de mi cartera un billete reluciente de 500 euros.
-entonces no le daría esto. -dije yo mostrándole el billete para que lo viera bien.
Al tipo le brillaron los ojos.
-¿solo mirarlo?¿Nada mas?
-solo mirarlo, pero como y cuanto me dé la gana... ¿de acuerdo?
-uhmm... no sé si debiese permitírselo... no me parece bien-dijo él.
-no pienso darle más que lo que ve-dije señalando el billete.-usted vera.
No se lo pensó mucho.
-esta bien, son las seis menos diez, si a las siete no ha salido por la puerta le echo a los perros.
-me parece correcto-respondi yo.
Luego nos acercamos, le entregué el billete, lo comprobó para ver que no era falso y me señalo la dirección donde estaban los restos.
Me dirigí hacia allí, con paso lento. Mirando de vez en cuando hacia atras, no me fiaba de aquel tipo, igual se quedaba el billete y me mandaba a los doberman de nuevo. Pero hubo suerte y no sucedió nada
El coche estaba aún sobre la grúa... daba pavor verlo... al fijarme ahora más detenidamente pude ver que era un focus con culo... y no debía tener mucho tiempo viendo la retorcida matricula.me arme de valor y me acerqué a él...
No podía ver bien lo que queria. No había manera de ver los bajos del coche, ya que prácticamente le habían cortado en dos los bomberos para sacar el cuerpo, tendría que subirme a la grúa y intentar alguna otra cosa.
Me acerque y puse una mano sobre la plataforma para auparme hacia arriba... y mi mano se impregno de algo viscoso..."que no sea sangre por favor"pense yo mientras levantaba la palma hacia mí.
Menos mal era aceite... use unos hierbajos para limpiarme y volví a la carga esta vez con más cuidado de donde ponía las manos.
Una vez arriba tenia que andar con cuidado. La plataforma era muy pequeña y el suelo estaba pringado por todos los líquidos del coche. Conseguí colocarme enfrente del retorcido capó delantero e intenté abrirlo. Cedió un poco pero luego se trabó."Necesito algo para hacer fuerza" y busqué con los ojos sobre la plataforma hasta que vi una barra larga de acero.
"De puta madre" y me estiré todo lo que pude hasta que logre alcanzarla.
Con ella en la mano no se me resistió el capó y lo levante entero entre crujidos de metal retorcido, use la barra de hierro como soporte para que no se me cerrase encima y metí la cabeza escudriñando en busca de algún sabotaje.
Un trabajo chungo... estaba hecho migas... pero no se apreciaba nada fuera de lo normal aparte de lo evidente."Así no voy a conseguir nada"pensé..."necesito ver los bajos... necesito un gato.
Con la barra en la mano de nuevo me coloque en la parte trasera y forcé el maletero.luego me fue fácil encontrar lo que buscaba.
Armado con el gato me baje al suelo y me puse a levantar el coche por la parte delantera... con mucho tiento, ya que el metal se retorcía a cada empujón de la palanca del gato.
Cuando conseguí abrir el hueco suficiente para poder meter la cabeza. No me atreví a hacerlo, aquello era muy inestable.
Al final me di una vuelta y regresé con unos tocones de madera que coloque debajo del coche para en caso de que se viniera abajo no me jodiese los cuernos.
"Ahora calma y concentracion"-me dije a mí mismo y metí el morro dentro.
Revise centímetro a centímetro los bajos sin ver nada extraño. Esperaba encontrarme lo tipico. El latiguillo de los frenos cortados... pero no, todo estaba en orden. Retorcido y machacado pero en orden.
"no me habré pasado de listo...”quizás me he precipitado y estoy viendo fantasmas"
Me di por vencido... allí no había nada extraño, ningún indicio de manipulacion, el accidente de José había siso simplemente eso... un accidente más.
Así que decidí dejarlo todo como estaba para que no me lanzase los doberman el del desguaze, y cuando quité el tocón de la parte delantera mis ojos se clavaron en el triángulo de la suspension. No se como fué. Quizás inspiración divina, pero allí encontré lo que buscaba.
El triángulo de la suspensión se había partido tras el golpe, es normal, pero un de los brazos tenia brillo y el otro no, uno tenia el corte limpio prácticamente y el otro se había partido dejando ver unos bordes irregulares.
"hijos de puta... le habéis serrado el triángulo lo justo para que en cuanto ándase un poco partiese... pero os he pillado"
La mala ostia que me entro fue tal que me largué de allí dejando todo patas arriba y con ganas de partirle la cabeza a alguien.me cruce a la salida con el tipo pero este al ver mi cara y mis puños crispados fue lo suficientemente listo como para no decir ni mú.
Aunque no era el mejor momento decidí regresar al pueblo. Debía hablar con Bea, se me había olvidado pedirla su numero y necesitaba respuesta ya.
Volví a la carretera y fui al pueblo.aparque veinte minutos después en el mismo sitio que por la mañana y antes de salir me miré el golpe, estaba cogiendo un tono amarillento el pómulo entero, luego se pondría morado. No era la primera vez que recibía.
La gente del pueblo se me quedaba mirando pero ni dios abría la boca, solo se hacían gestos. Entré al bar y vi a Bea en la barra sirviendo a los clientes. Cuando me vio puso cara de sorpresa y se dirigió hacia mí.
-pero bueno... ¿es que quieres mas lios?-pregunto sonriendo.
-espero que no... esta vez no me quedaría quieto-respondí.-Bea... -continué-tengo que decirte algo... pero que no salga de aquí ¿vale?
-lo prometo- dijo ella con gesto preocupado.
-he estado en el desguace viendo el coche de José... y lo han saboteado. No ha sido un accidente¿entiendes? Le han serrado un brazo de la suspensión y en cuanto ha andado un poco con el coche se ha roto, el coche se ha quedado sin control y se ha despeñado.
Su cara se quedó sin color.
-esta noche he recibido una llamada de José... -continue-nos habíamos citado esta mañana en el bar de la carretera, pero no llego. ¿Comprendes lo que estoy contándote? José sabia algo lo suficientemente importante para que se lo hayan cargado... pensaba contármelo a mí hoy pero no ha podido.
Unas lagrimas pelearon por salir de los ojos de Bea, pero ella echó mano a un trapo y se los seco.
-¿estas seguro de lo que me estas diciendo?-me pregunto con voz entrecortada.
-como que hoy es lunes-sentencié.
-es horrible... -se atrevió a decir.
-si, pero yo estoy aquí para aclarar las cosas y si alguien ha de pagar por esto lo hara. Te lo aseguro.
-¿y que podemos hacer?-pregunto-yo soy camarera y tu vigilante jurado. Quién te crees¿superman?
-tú no te preocupes, solo necesito que respondas a mis preguntas, el resto déjalo para mí.
-¿y que quieres saber... te he dicho todo lo que sabia. -
-esta noche viene unos compañeros mios, buena gente, me alojo en un motel un poco más arriba por la nacional, ¿lo conoces?
Afirmo con la cabeza.
-esta noche nos reuniremos allí y quiero que estés presente y que les cuentes a ellos lo mismo que a mí. ¿Cuento contigo?
-claro. -respondió
-¿A qué hora sales?-le pregunte.
-dentro de hora y media.
-¿te espero o bajas tú cuando acabes?
-vete tú. Yo iré en cuanto termine aquí.
-entonces ya esta, te espero... si ocurre algo llámame ¿vale?
-así lo haré no te preocupes... y ahora vete que Matías anda por la plaza... lleva todo el día pavoneándose de la paliza que se supone que te ha dado esta mañana... y se ha tomado un par de cervezas de más, cuando se pone así es mejor alejarse de él.
-no te preocupes bonita... ya me voy.
Un cliente la llamó desde el otro extremo y ella con un guiño se alejó y yo comencé a ir hacia la salida. Salí a la plaza. Y vi un montón de ojos plantados en mí.
"Problemas" supe de inmediato¿pero donde?lo adivine enseguida. Cuando oí ruido de cristales rotos... gire la cabeza y vio una señal de "precaución niños sueltos" metida en el asiento del pasajero de mi m3.
Esto ya era el colmo. Corrí hacia allí y me encontré a Matías sonriendo medio borracho. Tratando de arrancar una papelera. Me oyó llegar y se plantó frente a mí, amenazaste.
Esta vez no tuve piedad... me fui hacia él y le plante un puñetazo directo al plexo solar que lo dejo sin aire. Le cogí del cuello evitando que llegase al suelo y poniendo mi nariz frente a la suya le susurré:
-se acabó Matías... la próxima vez te mato. Y lo solté cayendo de rodillas dando bocanadas como los peces fuera del agua en busca de aire.
Ninguno de los valientes del pueblo se atrevió a acercarse para ayudar a su amigo. Mi ataque fue tan rápido y efectivo que los dejó paralizados.
Esperé frente a él hasta que recupero la respiración y luego saque la señal de mi coche arrojándola a los pies de un Matías vencido. Quité unos trozos de cristal que habían llegado hasta mi asiento arranqué y me largue de allí. Ya tenia bastante por hoy...
Llegué al motel sin que se me hubiese clamado la mala ostia... joder haber donde había un taller de BMW por aquí... así no se podía andar... entraba un frío del carajo.
Aparqué justo al lado del EVO6 blanco de Víctor... ya estaban aquí.
Efectivamente cuando bajaba del coche salieron a recibirme, Víctor. Con su impecable aspecto de galán... kike... la fotocopia de terminator, en feo, pero con traje de Armani en vez de cuero. Y Nikita con ese cuerpo de sirena con sus largos rizos negros flotando al viento. Y con una sonrisa maliciosa en sus finos labios. En realidad se llamaba MariaJosé, pero no la gustaba nada y prefería que la nombrásemos con su apodo... que por cierto la venia al pelo. preciosa pero letal.
-joder Miguel... -dijo victor-¿pero que coño te ha pasado en la cara? Y que le has hecho al m3... se te ha olvidado conducir?
-no tengo el coño pá ruidos... -dije de mal humor-hoy no ha sido un buen día.
-pobrecito mío... -intervino nikita viniéndose hacia mí y rozando suavemente con sus labios mi pómulo hinchado. Después me paso la mano por los huevos y dijo:
-espero que no te hayas hecho daño ahí también... -bromeó.
-¿te gusta eh...perra?-dije yo ya de mejor humor.
-joder nikita-saltó kike. -a ver cuando me sobas a mí así.
-entre tanto músculo seguro que no te la encuentro... -dijo ella.
-Vale. -intervine yo-dejemos las bromas por ahora, tenemos trabajo.
-¿de que se trata esta vez?-preguntó Víctor.
-tomemos algo mientras os pongo al corriente. Además espero visita.
Entramos dentro. Ya era de noche y la temperatura había bajado considerablemente, nos fuimos al pequeño bar del hotel y pedimos unas cervezas.
Mientras mis compañeros se bebían la primera fui en busca del dueño del motel, quería preguntarle si podía guardar por esta noche el m3 en algún sitio cerrado, no me gustaría tener que dejarlo así.
El hombre, muy amable me dijo que no había problema y me ofreció una plaza en su propio gargaje, se lo agradecí de corazón y le entregué las llaves, el se encargaría de que viniesen a recogerle y lo arreglaran... increíble, ya no se encuentra gente tan amable por ahí.mientras llegó Bea les puse al corriente de como estaba la situación, nadie puso ninguna objeción, era un tema personal mio, no uno de nuestros habituales quehaceres, pero todos se unieron a mi causa.
Una vez que llegó mi amiga nos fuimos al comedor y encargamos la cena y mientras comíamos seguimos reuniendo información. El tipo extranjero que había comprado y rehabilitado el castillo era un tal Helmut kolser, aparte de eso no se sabia nada de él, Víctor se encargaría de investigarlo.
De eva. Lo único que nos pudo decir Bea es que seguía con él y que desde hacía un par de semanas por lo menos no estaban en el pueblo.
Le pregunte si había movimientos raros de gente o de vehículos por el pueblo. Ella dijo que lo de siempre... los mismos Mercedes-Benz oscuros con los cristales tintados y los camiones de reparto que subían casi a diario al castillo, no compraban nada en el pueblo.decidimos que lo mejor seria que nikita se encargase de investigar en el pueblo, se haría pasar por una prima lejana de Bea que venia a pasar unos días con ella, no levantaría sospechas. Yo no valía me conocían y kike con su físico descomunal daría demasiado el cante.
-¿y que hago yo?-preguntó kike.
Pues lo mismo que yo... de momento estar quietecitos sin aparecer por el pueblo y en cuanto supiésemos por donde empezar ya veríamos.
Nos levantamos de cenar sobre las doce de la noche, Bea se marchó, mañana le tocaba abrir el bar a ella y si no dormía por lo menos ocho horas no era persona.antes de irse me dijo que enterraban a José mañana a las cinco de la tarde en el pueblo, allí nos veríamos.
Cuando se fue, nosotros nos fuimos al bar a tomar una copa.
-Víctor... mañana te llevo a la estación de tren más cercana y regresas a la oficina para ver que averiguas sobre el tal kolser, mientras me quedo con tu evo.
-nikita. No deshagas el equipaje. A ti te dejaremos en la estación de autobuses... para que no sospechen en el pueblo que estas en esto. Y tú kike te vendrás por la tarde al entierro conmigo, si no me equivoco mucho irá Eva con el extranjero y sus gorilas, quiero que saques fotos.
No hubo objeciones... ya estaba todo dicho. Acabamos las copas y nos fuimos para nuestras habitaciones.yo no tenia sueño... y menos con ese dolor palpitante en el pomulo.así que pedí por teléfono una botella de Jack Daniel´s y me salí a la terraza a tomar el aire y unas copas hasta que me entrase el sueño.
Fue el único buen momento del dia. La carretera casi desierta. Solo algún camión de transporte urgente rompiendo el sonido de los bichos. Con una luna tan brillante que se le podían ver los "granos". Poco a poco me fui relajando... un par de copas hicieron que se me olvidase el dolor y que entrase en un estado de seminconsciencia... hasta que al final me arrastre como pude a la cama y me quedó dormido.
Unos golpes en la puerta me despertaron... ¿quien coño seria?¿Porque me habrán despertado? El dolor en la cara había vuelto a aparecer al despertarme.
Me pase la mano pero fue peor..."que daño"... y mientras seguían los golpes en la puerta.
Me levanté de mala gana..."joder espero que sea importante". Y abrí la puerta.y allí estaba nikita... sonriendo... "ya creía que no me abririas"dijo apartándome a un lado y entrando en la habitación.
Se sentó en la cama y dando unos golpecitos sobre el revuelto edredón me indicó que fuese para ya.
"Espero que no quiera guerra... estoy fatal". Me arrastre hasta la cama.
-que buscas nikita... ¿no había quedado todo claro?-pregunte inocentemente.
-perfectamente... -respondió-no he venido por eso...
-¿y para que has venido? ?-pregunta estúpida.
-para hacerte unos mimos... cariño... hoy has tenido un mal día pero no te preocupes que yo te voy a curar.
-Para... para... -exclamé yo-hoy no me apetece...
-¿has vuelto a estar con chicas de agencia?-es que no sabes que me tienes a mí?
-ya dejamos claro que lo nuestro seria solo una relación profesional...
-pues claro que si... ¿es que no te dejo siempre satisfecho?
-nikita... que no van por ahí los tiros.
-calla tonto... y déjame hacer a mí.
Y empezó a quitarse la ropa... la piel de sus hombros brilló a la luz de la lampara de la mesilla. Cuando se quitó la falda sus piernas salieron a la luz, largas y firmes. Algo se empezó a tensar entre mis piernas. El sujetador acabó en mi cara pero lo aparte rápidamente para no perderme el espectáculo de sus pechos... para cuando arrojó al aire sus diminutas bragas yo ya tenia la boca seca y ya no me dolía nada. Se quedo unos segundos allí plantada desnuda frente a mí dejandome ver... como sabia ponerme a mil... después cuando ya vio en mis ojos el deseo puro y duro se echó sobre mí y empezó a recorrer mi cuerpo con sus labios. Me desnudó con eficacia y empezó a jugar con mi miembro... lo acarició... lo beso... hasta que ya no pude más y la subí bruscamente sobre mí. Fue largo e intenso... se me olvidaron todos mis pensamientos, únicamente centrado en darla y que me diese placer... llegamos al orgasmo juntos y por un momento creí que me iba a morir de placer. pero pasó....y quedamos uno sobre otro hasta recuperar el aliento.
Mas tarde se fue tal y como había venido y me quede en la cama. Agotado pero feliz hasta que de nuevo me venció el sueño.
A la mañana siguiente me levante con muy buen humor. Hacia bastante que no había tenido sexo... y eso se notaba. Desayunamos todos juntos y después seguimos con el plan, dejamos primero a Víctor en la estación más próxima... mas bien un apeadero en un pueblo cercano... luego nos fuimos hasta una estación de servicio donde paraban los autobuses de línea... me despedí de nikita con un largo y húmedo beso que me trajo gratos recuerdos de la noche anterior y me quede a solas con kike.
-bueno... a esperar-le dije.
-lo malo de este trabajo... -afirmó él.
-¿te apetece hacer algo?-pregunte yo.
-pues igual me voy a correr un poco...
-entonces regresemos al motel.
Yo me quedé en el bar leyendo los periódicos y kike salió a correr... tenia que quemar el mal humor... todos sabíamos que estaba loco por nikita... pero ella lo ignoraba. En fin. Así es la vida.
Comimos a las tres... kike apenas dijo palabra. Yo no quise decir nada tampoco... el buen humor de la mañana se había esfumado... dentro de poco estaría en el entierro de mi amigo.
Cuando terminamos ya era hora de salir hacia el pueblo, kike recogió su equipo fotográfico y quedamos en que le dejaría a la entrada del pueblo... para que nadie supiera que estabamos juntos.
Llegamos al pueblo... le dejé al principio de la urbanización, quedamos en el mismo sitio tras el funeral y seguí mi camino, entre en el pueblo poco después... había mucha gente. José era muy querido por aquí. No había sitio en la plaza para aparcar el coche así que callejeé hasta encontrar un hueco.
Bajé del coche y me encaminé hacia la iglesia.la entrada estaba atestada de gente y yo no quería esperar entre ellos... mejor no llamar la atención.me quedé paseando por los alrededores... vi llegar un imponente mercedes SL600 azul oscuro... lunas tintadas... aspecto pesado..."esta blinado"me dije al momento, en el lateral ponía V-12."Cuatrocientos ocho burros" buena maquina, igual esta incluso tocado y da más.lo seguí con la vista hasta que se detuvo frente a la iglesia.
Mis presunciones se confirmaron en cuanto se apearon del coche una mujer elegante de luto riguroso que reconocí como Eva y un tipo alto, de melena larga y plateada recogida en una coleta que la cogió por el brazo y la entro en la iglesia frente al murmullo del gentío allí reunido.
"Así que has venido. Eh zorra... y con tu amiguito también... que cara"me dije a mí mismo.
Ya era hora de entrar a la iglesia... ya había visto lo que deseaba, esperaba que kike hubiese tomado buenas fotos.
Tuve que esperar para entrar ya que mientras llegaba a la puerta apareció el coche fúnebre... esperé en silencio mientras dos eficientes empleados depositaban el ataúd de madera en un carrito y lo empujaban rodando dentro. Mucha gente me miró al verme y los susurros comenzaron de nuevo... me aislé de ellos y entré en la iglesia... no sabia donde sentarme y miré hacia un lado y a otro... hacia detrás y hacia delante hasta que vi una mano alzada y más abajo a Bea y nikita.
Me fui con ellas y me hicieron un hueco en su banco.
-hola chicas-saludé.
Me respondieron con la cabeza y se pusieron en pié. La ceremonia acababa de comenzar.
Me la pasé entera meditando sobre mil cosas sin importancia. No me iba el rollo catolico. Y tampoco me creía por mucho que lo repitió el párroco que después de esta vida hay algo mejor ahí arriba.
Cuando terminó di gracias a dios..."joder que hipócrita soy a veces"pensé y salimos poco a poco entre la gente a la calle.
El ataúd salió poco después en medio de un respetuoso silencio... solo interrumpido por los chirridos metálicos del carrito que lo portaba.
Lo cargaron... pusieron unas coronas sobre la carrocería y arrancaron hacia el cementerio que quedaba como a unos cinco minutos andando.
La multitud salió corriendo hacia los coches o andando hacia el camino... parecía que no quisiesen perdérselo..."menuda mierda"
Bea, nikita y yo fuimos paseando. Apenas sin hablar y al ritmo lento que yo marqué... deseaba que para cuando llegásemos todo hubiera terminado ya... me estaba empezando a entrar una congoja que casi me impedía respirar.
No tuve suerte ya que el párroco esperó en silencio frente al ataúd a que todo él publico llegase... tuve que ver como el sepulturero preparaba las sogas con ayuda de los tipos del coche fúnebre para bajar a pulso el féretro en la fosa recién cavada... que olía todavía a tierra húmeda. A continuación se dijeron las oraciones correspondientes y al final con un asentimiento de cabeza por parte del párroco comenzaron a bajar el ataúd...
El ruido de la madera rozando con la tierra de las paredes de la fosa se me metió tan dentro que me dieron escalofríos..."a mí que me incineren"pense.
Para rematar mi estado... tuve que soportar durante toda la ceremonia a la puta de Eva... llorando desconsolada frente al ataúd de José.
"Si tanto le querías por que lo dejaste por ese nazi de mierda?"Pensaba yo. Aguantándome las ganas de andar los cinco pasos que apenas nos separaban y darla un guantazo.nada más tocar fondo el féretro la marea de gente se fue tan rápido como había venido... murmurando en voz baja y repartiendo miradas de odio entre la viuda y yo.
-¿nos vamos?- preguntó nikita
Me gustaría haber hablado con Eva. A ver que tenia que decir... pero ahora no era el momento... no sabia si iba a poder contenerme y no montar una escena.
-sí-respondí yo-vamonos de aquí
Caminamos los tres juntos de regreso al pueblo. Bea y nikita charlaban en voz baja y yo un par de pasos por detras me secaba unas puñeteras lagrimas que se me escapaban sin que ellas me viesen.
En eso estaba cuando se detuvo a mi lado el mercedes azul.se bajó una ventanilla de la parte de atrás y se asomó por ella el perfecto rostro de Eva.
Se me revolvió él estomago... por un lado tenias ganas de meterla una ostia. ¡Zas! Y pádentro otra vez zorra... ¡pero por el otro no podía dejar de mirarla!... igual que el vino había mejorado y eso era difícil. Pero allí estaba con su rostro inmaculado ahora un poco enrojecido por sus lagrimas"¿de cocodrilo?"Pensé.
-hola miguel. -dijo con esa voz que siempre me hechizó.
-hola eva-respondí secamente.
-ha sido muy descortés por tu parte no haber venido a saludarme-
Se me pasaron mil maneras de mandarla a tomar por el culo en un milisegundo, sin embargo me contenté con responderla:
-no tenia ganas de hablar con nadie... estoy muy afectado por lo de jose-cosa que empezaba a ser cierta.
-lo comprendo... -dijo ella y continuó-hace siglos que no nos veíamos... ¡te he echado de menos... ¡
joder me lo estaba poniendo a huevo para darle una mala contestación... no sabia si iba a poder contenerme.
-claro... -dije con tono irónico que ella no apreció.
-me gustaría charlar un rato contigo... si no té molesta... por supuesto... -continúo con perfecta educación.
-cuando quieras... -respondí dándole largas descaradamente.
-que te parece si cenamos esta noche... podrías venir al castillo. Es precioso... y así conocerás a Helmut.-dijo señalando al pelo plata que sentado a su lado me hizo un gesto a modo de saludo al que respondí de igual modo.
-me viene fatal... esta noche lo único que me apetece es cogerme una buena curda de jack daniel´s y olvidarme de todo.
-pobrecito... tu también lo echas de menos tanto como yo?-se atrevió a decir ella.
-seras puta... -se me escapó en voz baja, no sé si lo llegó a oír o no, pero su rostro no cambió de expresión.
-Sí claro... igual que tú-agregué rápidamente.
-mañana al mediodía ¿te vendría mejor?-insistió ella.
-vale... -respondí yo con ganas de perderla de vista.
-¿sobre las doce?-
-de acuerdo-sentencié-adios Eva.
Y emprendí el camino sin darle tiempo a que siguiese hablando, un poco más adelante me estaban esperando Bea y nikita, camine hasta alcanzarlas y me coloque entre ellas cogiéndolas los brazos para que me rodeasen con ellos.
El Mercedes pasó junto a nosotros con las ventanillas cerradas y esta vez no se detuvo, siguió adelante a paso lento hasta que lo perdimos de vista en una curva del camino.
-¿que te ha dicho eva?-preguntó un poco con vergüenza Bea.
-hemos quedado para vernos mañana por la mañana, iré al castillo así podré echar un vistazo.
-¿que coño queria?a-pregunto directamente nikita.
-y yo que coño sé... le he dicho que sí solo para perderla de vista...
no tenemos nada de que hablar.
-esta espléndida ¿verdad?-afirmó bea-cada día tiene mejor aspecto. No se como lo hará...
-será por el influjo de toda la pasta que tiene el alemán ese, canoso de mierda. -dije yo despectivamente.
-pues a mí me parece muy atractivo -dijo nikita.
-no me jodas nikita.-me enfadé yo.
-¿celoso?-siguio atacando.
-si cariño... no veas cuanto... -respondí.
-¿que hacemos ahora?-intervino Bea.
-seguir a la espera hasta que tengamos alguna información sobre la cual empezar a movernos, no podemos hacer más. por cierto nikita...tu has averiguado algo?
-negativo. He dado una vuelta por el pueblo hablando con la gente. ¡Que bonito el castillo!¿De quien es?¿Que tipo de persona es el dueño? Y esas cosas... lo único que te puedo decir es que todo el pueblo esta encantado con el aleman, desde que ha venido el pueblo no ha hecho más que mejorar... ha venido gente nueva... han abierto una sucursal de caja España y hasta hay farmacia y consultorio medico dos veces por semana.
-pues si... -dije yo de mal talante.
-no te preocupes creo que pronto podré averiguar algo más jugoso... les he guiñado el ojo a unos de los gorilas de la entrada del castillo y no ha podido resistirse... he quedado mañana para ir al cine con él.
-haz lo que debas pero sácale algo.-ordené.
-si para ello me tengo que acostar con él ¿también me das permiso?-preguntó con retintín.
-por mí como si se la chupas... pero tráeme algo para poder moverme¿queda claro?
-se planto en posición de firmes y levantando la mano a modo de saludo militar dijo:
-sí señor.
No dijimos nada más y me separé de ellas cuando llegué al EVO6 me senté dentro y me leve las manos a la cabeza... estaba histérico... notaba como la mala ostia crecía dentro de mí. Eché de menos mi Ducatí. En estos momentos era cuando la cogía y me iba a dar una vuelta a muerte... garantizado... unas curvas al limite y te bajabas más suave que la seda... por desgracia estaba lejos. Y el m3 en el garaje... ¿qué podía hacer?
Miré hacia el salpicadero... los relojes justos... volante deportivo... baquets “Sparco” con cinturón de cinco puntos de anclaje. 280c.v en el morro... di unos golpecitos sobre el salpicadero... y dije:
-hoy te toca a ti... a ver lo que das.
Regresé al hotel ya de noche cerrada... con el cuerpo bañado en sudor pero realajado. El EVO6 me había sorprendido... nada que envidiar a mi m3. Es más era mucho más radical y exigente. Y andaba mucho más. Sobre todo en paso por curvas. Me llegó a dar un buen par de sustos hasta que nos empezamos a compenetrar... pero luego fue sensacional. Literalmente se comía las marchas y ese zumbido del turbo a sietemil vueltas ponía la carne de gallina.
Creo que me compraré la séptima evolución cuando acabé todo esto.
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