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Un Mes con... K1200R
Bueno, después de un mes con la K12R le he hecho algo más de 2.000kms y la he probado en casi todo tipo de condiciones, aunque quizás me falta poder exprimirla en conducción deportiva ya sea en carretera o en circuito. Pero eso ya será otro capítulo.
De entrada cuando me la dieron, la moto me resultó muy cómoda. Un poco más cargadas las muñecas que en la FZ6S y la posición de piernas muy similar de primeras. El asiento parece más cómodo, pero todo queda en una ilusión porque con el paso de los kms me resulta incómodo y no encuentro la postura idónea.Esto quizás sea por lo estrecho del asiento en su unión al depósito. Ah, y también debo comentar que la distancia al suelo con el asiento standar (82cm según BMW) es similar también a la de la Fazer. Aunque siempre existe la opción de un asiento más bajo.
La siguiente cuestión que puede llamar la atención de primeras es el accionamiento de los intermitentes, del que tanto hemos hablado algunas veces. Al principio resulta incomodo por la falta de costumbre pero la verdad es que tardas un día en acostumbrarte a ellos. Además de esto, están las mil pijadas de las que te informa el ordenador de abordo a las que es mejor no prestar mucha atención al principio, porque solo sirven para desviar la atención de la carretera. Pero os puedo comentar todas las cosas que nos dice y nos deja hacer la extensa instrumentación. Para empezar el control de tracción se puede desactivar cuando estamos en parado. Ni lo he probado. Después el ordenador de abordo nos muestra: la hora, la temperatura ambiente, el consumo medio, la autonomía, la presión de los neumáticos y realiza un chequeo del aceite del motor si estamos parados en punto muerto. Además de esto tenemos como en cualquier moto moderna, el cuentakilómetros total y dos parciales. También tiene indicador de marchas. Y para el final he dejado lo mejor. El ESA (control electrónico de la suspensión). Esto es la quinta maravilla. Las suspensiones son de WP y con un solo botón se puede ajustar la precarga en parado y la compresión (creo que se dice así) en marcha o parado. Tiene 3 ajustes de precarga y 3 de compresión. Ya que estamos hablando de esto os comentaré que es una gozada entrar en una carretera de curvas y poner el modo sport y ver que la moto no se mueve ni un pelo al entrar en curva. Eso sí, entramos en un pueblo o en una carretera que nadie se acuerda de mantener y es insoportable los botes que pegas encima de la moto. Pues no hay problema, con un toque de botón pasamos al modo "comfort" y se acabaron los saltos. Y entre medias de los dos modos está el "normal" que a penas lo he usado. Creo que este queda para los indecisos. Je je je...
Bueno, pues vamos a rodar un poco con la moto. Al principio, con mucho cuidadito, como con cualquier moto nueva. Además aquello de la parafina, las pastillas nuevas, etc... hacen que vayas con muchísimo cuidado. Como si fuera la primera moto. El caso es que me subí a la sierra directamente a probarla un poco. Me dicen que no la pase de 4.500rpm. Suficiente para los 120km/h y para curvear con marchas altas. Por la autovía de Colmenar noto que la moto traza las curvas amplias con un aplomo increible. Esto no se mueve para ningún lado. Supongo que a ello contribuye el peso, la geometría, la suspensión, la Pilot Power de 190 y más cosas. La pantalla por asombroso que parezca realiza muy bien su función y evita que se estampen los bichos por debajo de mis hombros. No vas tan protegido como en la FZ6S pero sí mucho más que en cualquier FZ6N. Vamos que estoy contento en este aspecto porque me lo esperaba peor.
Y bueno, llegan las curvas camino a Guadalix de la Sierra. Creo que nunca he cogido esas curvas con tanto mimo. La moto va de maravilla. Incluso para lo poco revolucionada que la llevo, mirando siempre no pasar de 4.500, esta quiere salir de las curvas con decisión. En alguna cerrada tengo que echar un poco más de mi peso porque los kilos de más se notan. Pero creo que es más cuestión de miedo del piloto, que de la moto. La frenada con dos dedos es brutal y sin hundimientos de alante. Esto es por la suspensión delantera y por el reparto de frenada del sistema integral ABS. Por cierto, que no he tenido que probarlo ni quiero.
Y así se acabó el primer día con la nueva montura. Todo buenas sensaciones.
Una vez superados los primeros 500kms empecé a subirla hasta 5.000rpm y alguna vez estirando hasta las 7.000rpm. La zona roja comienza a las 11.000. Aquí ya empecé a disfrutar más de la moto, aunque siempre pendiente del cuentarevoluciones. La moto en ciudad se mueve perfectamente y a no ser que lleves las maletas puestas, la agilidad entre coches es similar a mi anterior montura. Además, salir de los semáforos y ver carril libre para retorcer la oreja es una tentación difícilmente resistible. El movimiento de la moto en parado aunque parezca increíble no es tan pesado como cabe esperar de los 240 y pico kilos con las maletas.
Por fin llega la salida con los KingKones y ya parece que la moto se anima a coger las curvas con más soltura. En curvas de montaña ahora la moto me parece que va genial. Las curvas cerradas no son un problema y los cambios rápidos de dirección se hacen bien poniendole un poco de peso a las estriberas. Nada a lo que poner pegas de momento. La estirada desde abajo es brutal lo que me permite controlar las revoluciones y estirar puntualmente hasta 7.000.
Por fin se acabó el rodaje y después de la revisión a los 1.000kms tocaba hacer un viaje cargando las maletas y llevando acompañante. Las maletas no son una maravilla de capacidad pero teniendo en cuenta su contenido tamaño resulta sorprendente todo lo que cabe en ellas una vez las extiendes. Aun así, para algo más de un fin de semana yendo con acompañante sería necesario una bolsa de depósito o similar para objetos delicados y complementar la capacidad de las mencionadas maletas, que al llevar un sistema de ampliación por fuelle no recomiendan en ningún caso guardar nada frágil en ellas, ya que se cierran como si de una funda a presión se tratase.
Nuevamente debo destacar el funcionamiento de la suspensión. Es una gozada llegar y ajustar la precarga para maletas y acompañante al salir de viaje. Y aún mejor el poner el modo comfort para esos largos tramos de autovía. Mi mujer no va tan alta como en el asiento de la FZ6 por lo que no puede ver los relojes. Por lo demás la postura le resulta cómoda y nada forzada, aunque quizás el asiento resbale un poco, lo que se nota en las frenadas. Las estriberas tanto del piloto como del acompañante no están engomadas, pero en mi caso no he notado incomodidad por este motivo al carecer de vibraciones indeseadas en esta parte.
El depósito declara una capacidad de 19 litros y el consumo es de unos 5,8 litros. Esto nos da una idea de que podemos realizar unos 300 kilometros con soltura, pero el ordenador de abordo nos advierte mucho antes y entre unas cosas y otras no conseguiremos hacer más de 270, a menos que nos arriesguemos incluso cuando veamos que la autonomía se acerca a cero kilómetros. En este aspecto, pasa lo de siempre, que el cálculo no es exacto. Así pues, marcando una autonomía de 6 kilómetros (habiendo hecho 267kms) solo pude cargar 16,20 litros insistiendo mucho con la manguera de llenado. Que por cierto siempre es de 98 octanos según recomendación del fabricante.
Una vez en destino y habiendo dejado las maletas con todo su contenido nos disponemos a curvear por el Parque Natural de Redes. 36kms de curvas y asfalto en mal estado. Aquí sí acebé por decidirme por el modo de suspensión normal. El sport era insoportable para muñecas y espalda. El comfort demasiado blando para alguna entrada en curvas. La marcha con acompañante de la moto fenomenal de no ser por la incomodidad de mi pasajero que va tan suelto que frena contra mí antes de entrar en las curvas. Una vez superada la carretera del infierno llegamos a zona con buen asfalto y curvas por doquier. Subida al puerto de San Isidro. Aunque acabamos de darnos una panzada a comer no puedo evitar aprovechar las curvar y olvidar incluso que llevo peso añadido. La moto va de fábula en todo. La inclinación en curvas y la confianza que transmite la moto es brutal. Al llegar al puerto, reprimenda del acompañante que tiene la comida en la garganta. Un mal menor.
El viaje de vuelta, más kms por autovía y desvío final para pasar por Ávila y la Cruz Verde. De nuevo una delicia. Ahora solo tengo pendiente ponerme el mono de cuero, dejar las maletas y al acompañante en casa y salir un día a explorar más a fondo las cualidades sport. Eso o pasar por circuito y ver los tiempos que podemos mejorar respecto a la Fazer.
Seguro que me dejo muchas cosas por escribir, pero si habéis llegado a leer hasta aquí, seguro que estaréis mareados con tanto texto. De todas formas, responderé gustoso cualquier pregunta que tengáis, aunque como podréis comprobar, mi opinión es la de un usuario de a pie y no la de un experto probador de motos. Y esto lo digo porque he leído críticas de esta moto y para mí ahora mismo es lo más de lo más. Ah, olvidaba decir que los clonks tan característicos de las Yamaha también los tendréis en esta K, para que no sea tan traumático el cambio.
Vssssssssss