Pienso que no es una cuestión de publicidad, o al menos que no es el aspecto prioritario de este hilo. Es algo así como si anunciase la creación de un museo.
El caso es que hace unas semanas he empezado a colaborar con el importador de MV Agusta para Madrid y zona centro del país. Pero lejos de lo que pueda pensarse, no abro este hilo para hablaros de los espectaculares modelos que la prestigiosa marca pone a la venta y que expone en este concesionario, no. Os escribo para invitaros a venir y contemplar el templo de la moto en el que ahora tengo la suerte de pasar gran parte del día.
Os dejo a continuación una pequeña lista, a modo de muestra, de las exclusivas joyas que todo amante de La Moto allí podrá contemplar.
Empecemos por una moto de culto durante los ochenta, más de culto hoy día, en la segunda década del tercer milenio. La Honda RC 30, VFRR 750, cuando el reglamento inicial de la nueva era del Mundial de Super Bikes exigía tan sólo 200 unidades del modelo elegido para competir en el campeonato. Una moto carísima y exclusiva entonces.
Algunos dirán que la RC-30, no por exclusiva es menos conocida; sin embargo esta versión de sólo 400 para el mercado japonés constituye una auténtica rareza que yo desconocía:
Y si Honda hizo su modelo exclusivo de calle para competir en Super Bikes, Yamaha contraatacó con un modelo muy poco conocido. Fijaros en una segunda erre que se añade a las siglas de la popular Exup, para componer su nombre: FZRR. Sin embargo y al igual que ocurre con la RC-30, fue su código de fábrica el que le dio el nombre por el que era conocida en los circuitos. Ésta es la Yamaha OW 01.
Entre las joyas de competición pura están la Yamaha 250 con la que corrió Fonsi Nieto:
También podréis ver la Honda NSR 250 con la que participó Luis Dantín en el mismo Mundial.
Otra verdadera rareza. Muy rara, desde luego, es esta Honda RC 45, evolución de la RC 30 en el tiempo, pero en esta versión 400, también para el mercado japonés (es idéntica a su hermana mayor de 750).
Además de estas joyas superdeportivas, o directamente de carreras, podréis ver tesoros como ésta MV Agusta 750 GT de 1974, que yo no sabía siquiera ni que existía y por la que se ha pagado una verdadera fortuna. Se la llevarán pronto:
Por último, en esta pequeña muestra, os dejo a mi eventual compañero de trabajo: Sete Gibernau subido en su irrepetible Honda NSR 500 bicilíndrica con la que hizo pódium en el Jarama, en el año 98, el último Gran premio que se celebró en la pista madrileña, donde ganó Carlos Checa.
Bien, aquí, subido en esta exclusiva F4 Tamburini, un modelo que cuesta una fortuna y que fue diseñado por la mano del genio recientemente malogrado, os espero para que contempléis todas estas maravillas, y alguna más que se esconde en la trastienda, además de toda la gama MV Agusta, mientras charlamos de motos durante un buen rato.
Box31 Calle Los Peñascales, 25. Madrid
Muchas gracias
Os espero.
