Soy un nuevo y orgulloso usuario de una FZS 1000 '03. Ante la posibilidad de que cayese en mis manos una Fazer 1000, navegué por la web en busca de información, y puedo decir que he leído bastante sobre esta moto, la mayoría, en este foro. Vuestra satisfación por este modelo acabó por convencerme. Desde ayer es mía. Bien de precio, con 24.000km y proveniente de un conocido, solo queda ver si me adapto a este nuevo estilo de moto, ya que vengo de una maxi-trail (Aprilia ETV 1000 Caponord). Mi Caponord ha puesto el listón muy alto para todas aquellas posibles sucesoras. Moto super versátil, potente, cómoda, económica y exclusiva, que me lo ha puesto muy difícil a la hora de decidirme a dar el cambio. Pero ya son 105.000 km, y los años no pasan en balde. Mi primera intención era continuar con trail, pero vi la Fazer, y por todas las razones que os he comentado, me enamoré. Hoy he hecho unos 120 km con ella. La mayoría curvas, y algo de autovía. Cuando me subo en ella, lo primero que me llama la atención es que no estás tan inclinado hacia adelante como me imaginaba. La cúpula tiene pinta de estar de decoración y no tapar mucho. Los mandos son sencillos y claros. El asiente tiene pinta de ser cómodo. Es amplio y su tejido no resbala mucho. Mis rodillas se adaptan perfectamente a la forma del depósito. Por supuesto, voy más inclinado que en la trail, y con las piernas más recogidas, pero sigue siendo una postura cómoda. El pasajero también debe ir bastante cómodo. En ese aspecto, estábamos muy bien acostumbrados con la trail. La arranco. Con escape de origen, la moto suena fina fina, y el motor se le nota redondo. El tetra es lo que tiene, si lo comparo con el bicilíndrico en V de mi Aprilia. Meto primera, y el cambio va bien. No es super fino, pero no llama la atención negativamente. Vas subiendo poco a poco de marcha, y la moto es muy dócil y manejable. No paso de 5000 vueltas, y llevo una moto cómoda, dócil, muy progresiva y con un ruido contenido pero sugerente, dando a entender que tiene muuucho por ofrecer. Subo al monasterio de Montserrat desde Monistrol. Un clásico para la primera salida de todas mis motos. Una tradición. Las curvas las acomete sin extraños, pero claro, voy muy tranquilo. Nos estamos conociendo. No soy de tumbarme en la primera cita. Aun no he pasado de 5 vueltas, por lo que el EXUP aún no lo he probado. Disfruto de la moto relajadamente, y estoy atento a las manchas de humedad de la calzada. Foto de rigor en el monasterio, y me tiro para Manresa. PAsamos de curvas lentas y cerradas a curvas rápidas entrelazadas. Subo un poco el ritmo, ya que aquí la carretera está totalmente seca y ya nos hemos presentado. Lo primero, la protección aerodinámica. Nula. En la trail tenía una pantalla que casi me cubría por completo. Tomo nota de buscar una algo más alta. El ruido aerodinámico también aumenta, claro. Las curvas las enlaza con fluidez. Entra por donde le dices. Pero aun voy bastante suave. Los frenos son muy progresivos y con mordiente. Quizá demasiado recorrido de maneta para mi gusto. TAnto en el delantero como en el trasero. Pero claro, aun voy a un ritmo relajado. Llego a Manresa muy contento. Me gusta la moto. Me tomo un cortado con la moto a la vista. Es muy bonita. El anterior la tenía bien cuidada. Después del descanso, entro a matar. Ya nos conocemos, se como se llama y le he invitado a tomar algo. Subo desde Manresa hacia Montserrat por Ca la Iaia. Primer tramo de curvas rápidas y rectas, hasta el monasterio. Se acabaron los buenos modales. Ahora en plan gamberro. Impresionante. La moto no se acaba nunca. Siempre hay potencia. Una sonrisilla ilumina mi cara. Las rectas se hacen cortas. Primero empiezo a frenar de lejos, anticipadamente. Poco a poco voy retrasando la frenada. Tiene mucho mordiente y frena donde le dices. Es muy estable, incluso bien inclinada. A partir del monasterio, y hasta Monistrol, curvas cerradas. Sí que he notado los efectos del freno delantero en mitad de la trazada. Te levanta la trazada mucho más que en mi anterior moto. Uso un poco más el trasero para compensar. Con la Aprilia Caponord se podía variar la velocidad y la trazada sin notarlo en exceso. Con la FZS100, yendo deprisa, habrá que entrar en la trazada con los deberes hechos. Entre curva y curva es explosiva. En las curvas más cerradas es un poco perezosa para entrar. Ese neumático delantero de 120 penaliza la agilidad. En un tramo de autovía, y más por probar que por necesidad, alcanza cifras muy altas sin aparente esfuerzo. Bueno, sí. Con mucho esfuerzo, de mi cuello. Por cierto, a partir de 7000 vueltas, más o menos, el cordero se convierte en lobo. Al menos, corre y ruge como uno.
Llego al garage, cojo una silla, una clarita y me siento al lado de mi nueva Fazer 1000 '03. Necesito una cúpula alta, latiguillos metálicos y pastillas de freno sinterizadas, y los topes anticaída, por si acaso. Ya he visto donde le voy a poner el conector de mechero.
Estoy encantado. Encantadísimo. El listón estaba muy alto, ya os lo he dicho antes. Mi Caponord me ha llevado por toda Europa y por Marruecos. Hemos conocido muchos lugares y personas juntos. Con ruedas de tacos, yendo al trabajo cada día, o en circuito de velocidad, mi Aprilia siempre ha respondido como la que más. Pero empezamos una nueva etapa. Se acabaron la salidas por lo marrón, pero empieza otro nivel de salidas por carretera.
Vaya muermo que os he soltado. Para el que siga despierto, gracias por llegar hasta este punto leyendo, y a todos por haber hecho de este foro un gran escaparate de esta gran moto.
Estamos en contacto
Juanjo
Saludos y análisis (personal, por supuesto)
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