Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que se ha dicho. El ser motero es una sensación especial que hace que pese a todos los inconvenientes que tiene la moto, sigamos disfrutando cada vez que nos ponemos el mono. Afortunadamente yo cojo la moto a diario para ir a currar y la disfruto hasta parado en un semáforo, y no dejo de hincharme un poco bajo la chaqueta cuando percibo las miradas de los demás entre odio y pura envidia cuando te ven con tu moto en la calle, carretera o gasolinera, y ya no digo nada si vas en grupo...
La moto tiene la extraña virtud de transformar un día de trabajo en un dia estupendo cuando decido ir a algún pueblo en la moto y dejar el coche en casa. Lógicamente, el camino de vuelta no es el más directo, sino el más curveado.
V´sss para todos.