Hola,
El problema es que estamos en un mundo que si se es bueno, hay que sospechar (ojo, que yo soy el primero que sospecharía).
La verdad es que me gusta pensar que hay buena gente aún y que se ofrecen desinteresadamente.
Cuando me dieron el primer golpe con la moto y el malnacido se fugó, hubo un chaval que tenía una minusvalía que se ofreció como testigo (tengo su nombre pero prefiero no publicar nombres personales en Internet así que le lamamos Pepe). Pues me lo encontré el otro día y le di las gracias por todo, le conté como había ido la cosa y que le debo unas raciones, no porque hiciera de testigo sino por lo grande que es como persona. Muchas gracias Pepe.
Un saludo