YAMAHA FZS 600 Fazer 2002

PRUEBA A FONDO

MOTOCICLISMO Nº 1764

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La YAMAHA Fazer 600 llegó, hace cuatro años a Occidente tras el éxito de la de 400 cc fabricada para Japón. Hoy el modelo original ya no se fabrica pero la saga a aumentado con modelos de 600 cc y 1.000 cc.

La FZS se ha conformado como una moto polivalente, más económica que las deportivas estrictas pero que no ha perdido la esencia del origen de muchos de sus componentes, heredados de la FZR de antaño.

De hecho de entre todas las motos de su estilo, es la Fazer la más radical, si es que este concepto tiene cabida en el sector. Combinando personalidad propia con un sano comportamiento en la mayoría de los terrenos y un precio ajustado, la Fazer ha dejado transcurrir la vida útil de la primera versión con la opinión generalizada de que se trataba de una excelente opción de compra.

El relevo

Como las virtudes han sido básicamente las características que siempre han acompañado a esta moto, cuando ha llegado el momento de la renovación no ha habido que modificar grandes cosas. La nueva FZS 600 que en próximas fechas se pondrá a la venta con un precio similar al de la versión actual se distingue sobre todo por el nuevo carenado, de aspecto similar al de la 1.000 cc y con el aire común a muchas de las motos de carretera de Yamaha, que viene heredado de la primera YZF-R1.Con más protección y un estilo más actual, además cuenta con un par de faros multirreflectores que mejoran la iluminación nocturna de manera significativa. Otros cambios han sido el nuevo depósito de gasolina con 2 litros más de capacidad al que han salido un par de bulbos en la parte superior y S ha estrechado la cintura, cambios en la instrumentación que cuenta con displays para acoger un reloj y el control del kilometraje, unos nuevos retrovisores más alejados del carenado, pero con soportes plegables más finos, intermitentes con anclaje flexible para evitar roturas en los pequeños golpes, un protector de cadena de polipropileno, un escape realizado en acero, la maneta de freno con mayor capacidad de regulación, un nuevo protector del latiguillo de freno trasero y la posibilidad de escoger entre tres decoraciones con diferente color base: plata, azul o amarillo.

Todo lo demás sigue igual, lo que no es precisamente una mala noticia. El motor derivado del FZR pero con carburadores más pequeños situados tras la culata sigue teniendo el suficiente nervio arriba, pero sin baches profundos. La potencia está arriba, y cuando se quiere circular con alegría no se debe dejar bajar la aguja de unas, 8.000-9.000 rpm, jugando con el preciso cambio lo que sea necesario. El desarrollo final es bastante largo, y la moto en sexta va bastante holgada, sobre todo si se intenta mantener una postura más o menos erguida. El carenado cubre algo más, pero sigue siendo escaso a alta velocidad. Hay algunos ruidos mecánicos que son absorbidos por el carenado, pero no se trata de una moto escandalosa.

La posición es relativamente turística, porque a pesar del manillar de una pieza, los estribos están ligeramente retrasados. Se controla muy bien la moto, y tan sólo el depósito sigue causando algunos problemas con las rodillas. Como los mandos son muy suaves y las suspensiones blandas, da la impresión que la moto es más turística de lo que realmente es. De hecho la principal limitación de la 600 no se encuentra ni en su motor ni en la potencia de los frenos, ni en la altura libre al suelo, ni tampoco en la poco forzada posición, sino en el tarado de las suspensiones, especialmente de la horquilla. El tren delantero es regulable en precarga, pero el muelle es demasiado blando si se quieren apurar los límites de la moto. La horquilla se hunde mucho y rápido en frenadas y se queda suelta en cambios rápidos de dirección y tras pasar baches pronunciados, lo que causa imprecisiones y movimientos en el resto del bastidor. El chasis es lo suficientemente rígido y la suspensión posterior, también regulable en precarga, aunque blanda mantiene el tipo, por lo que un cambio de muelles y un freno hidráulico mayor le vendrían a la moto a las mil maravillas.

Cada día

Si no se quieren apurar las posibilidades del terreno la Fazer es una verdadera delicia, tanto cuando hay baches y curvas lentas, como en terrenos despejados con buen firme. El motor no tiene grandes baches y responde de manera constante desde abajo, aunque no tenga en medios la alegría de que hace gala en la zona alta. Para adelantar en carretera conviene mantenerlo en régimen, pero es el único momento en el que pide vueltas. Hilando entre curvas o circulando con tranquilidad la respuesta es suave y más que suficiente siempre. Los nuevos retrovisores permiten ver lo que ocurre detrás, que aunque parezca extraño no es precisamente la norma habitual, y la posición invita a mantenerse sobre la moto durante mucho tiempo. Con dos litros más de capacidad la autonomía conduciendo a velocidad media llega a superar los 300 km, pero se reduce drásticamente si no dejamos caer la aguja de la zona superior.

Las ruedas tienen una medida más estrecha que las de las antiguas Supersport. Los neumáticos son 110170-17" y 150160-17", no han cambiado respecto a la versión previa y permiten que la moto se mueva con gran rapidez sin que por ello sea nerviosa ni demasiado rápida en los cambios de trayectoria. La altura al suelo es suficiente salvo para ir realmente al limite, donde los avisadores empiezan a intervenir. La adherencia de los Dunlop D-207 jamás plantea problemas y la moto pisa siempre con seguridad, incluso cuando tumbas tanto que «hasta pareces bueno». La frenada es muy progresiva y en esta unidad de prueba la pareja de discos delanteros no ofrecía el tacto un tanto violento de algunas unidades que la habían precedido. La horquilla se hunde pero los frenos se dosifican bien, y en línea recta se puede frenar realmente fuerte. No es especialmente ligera, pero la combinación de la posición, los neumáticos y la geometría hacen que la sensación sea la contraria.

De todos modos, aunque la Fazer 600 es una moto con un gran comportamiento deportivo, no ha sido diseñada específicamente con esta función. Es una moto para usar a diario, para ir a trabajar, para pasear y para que arranque a la primera cada mañana en el garaje. Y en esta función es realmente brillante. El carenado y la potencia del motor permiten escapadas al extrarradio con total comodidad y rapidez, la posición y altura hacen que en ciudad se desenvuelva casi como un scooter, y cuando hay que hacer carretera todas las posibilidades están abiertas. Si se tiene en cuenta que el precio estará probablemente por debajo del millón trescientas cuando se ponga a la venta en las próximas semanas, la Fazer vuelve a ser una moto que debería estar en todas las listas de compra de aquellos que desean una moto «para usar».

Familia

Yamaha ha creado en los últimos años varias familias con sus motos más carismáticas. Primero la serie deportiva con las YZF-R1, 6 y 7, y ahora con las FZS 600 y 1000, todas ellas compartiendo un mismo «look» con sus faros simétricos y su frontal afilado. De todas ellas la Fazer 600 es la que puede considerarse más tradicional, de hecho salvo el frontal y el depósito no ha cambiado su estética, que en algunas zonas como la parte posterior ya están algo pasadas de moda. Éste ha sido el precio a pagar por no heredar la ropa sino comprar en la misma tienda, un pase que la permite mantenerse en precio, justo por debajo de sus principales rivales, la Honda CB 600 S y la Kawasaki ZX-7S, unas motos tan polivalentes como ella, poro con un toque menos deportivo. La Fazer 600 sigue siendo casi la misma moto, tan sólo han cambiado detalles que la mejoran, y esto es lo mejor que podría haber sucedido, bueno aún mejor sería que la horquilla fuese un poco más dura.

En cuatro Palabras

AUTOPISTA

A pesar de la mejora en la protección del carenado, a alta velocidad sigue siendo escaso, y hace falta agacharse para lograr la adecuada protección. El motor trabaja bien a altas vueltas y la velocidad máxima debería ser suficiente para la mayoría de sus usuarios, por lo que en autopista la Fazer es una buena opción, incluso por autonomía, ya que los 22 litros dan bastante de sí salvo que se fuerce constantemente el motor..

ENTRE CURVAS

Éste es el mejor lugar para disfrutar de la Fazer, aunque hay que tener presente siempre que las suspensiones son bastante blandas. La posición y las ruedas de anchura contenida contribuyen a aumentar la agilidad, y la estabilidad en curva es suficiente, tan sólo la necesidad de llevar el motor muy alto de vueltas y las características de la horquilla que pierde un poco de precisión en baches y cambios bruscos de dirección, pueden considerarse una tacha..

CIUDAD

La Fazer 600 es una buena moto para ciudad por posición, altura y agilidad. El motor es muy suave, y el manillar ancho y la posición ligeramente erguida ayudan a pasar todo el tiempo necesario sin síntomas de cansancio. Los retrovisores son muy anchos, pero se pliegan con facilidad sin impedir el giro completo del manillar, reduciendo espectacularmente la anchura de la moto.

PASAJERO

A pesar del asiento corrido y de contar con un soporte más que digno, la altura del escape obliga a subir algo los estribos, y la mayor altura del asiento del pasajero respecto del conductor contribuye a que el ocupante esté expuesto al viento más de lo que le gustaría. En cualquier caso las blandas suspensiones y la arquitectura general hacen que la Fazer no se convierta en una moto de uso individual.

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