Mensajepor pegasus » 20 May 2008 11:38
Muy buenas, publico esto en varios foros de motos con el objeto de abrir una reflexión.
No acostumbro a meterme en temas políticos, pero esta vez quiero hacer uso de la libertad de expresion que la constitución me garantiza, para reflejar la preocupación y el malestar que me causan las medidas destinadas a controlarnos y vigilarnos.
Sabemos que desde los famosos atentados de New York, Madrid y Londres el mundo ha sufrido cambios drásticos en materia de seguridad y que los gobiernos están recortando libertades y derechos a sus ciudadanos para "evitar" que vuelvan a producirse.
A caballo de este noble fin, se aprovecha la situación para controlarlo todo, hacer nuevas leyes y justificar cualquier acción en nombre de la "seguridad" de todos.
Recordad Guantánamo y otras prisiones clandestinas donde se tortura a presuntos terroristas sin derecho a abogado ni juicio con el beneplácito de la mayoría de paises democráticos.
Los cambios son perfectamente visibles, en la calle cámaras de videovigilancia (ahora se empeñan en llamarlas de seguridad). Cualquier establecimiento comercial o comunidad de vecinos tiene cámaras por todas partes, ahora nuevos modelos metidos en campanas oscuras para que no sepas que te están enfocando. Hasta cierto punto puedo entender que vigilen sus cajas o puntos conflictivos, pero, ¿alguien puede decirme para qué quiere un supermercado o una papelería una cámara en la calle enfocando la acera de enfrente? La calle es un espacio público y si yo vivo delante, el señor del supermercado puede saber las horas que entro o salgo de casa, con quien entro y salgo, qué ropa llevo y si me gusta urgarme la nariz.
Sí, ya lo sé, podeis decir que si alguien me atraca en la puerta de casa esa filmación puede ayudar a identificarlo. Pero ¿vale la pena renunciar a tu intimidad, tu libre albedrío y tu derecho al anonimato por esa dosis de seguridad?
¿Habeis pensado que desde que salís de casa hasta que volveis a entrar, cientos de cámaras os están grabando? Todos nuestros movimientos son registrados, incluso primeros planos, y esas imágenes pueden ser utilizadas para cualquier fin sin nuestro consentimiento.
Yo pienso igual que el Sr. Benjamin Franklin, estadista y científico estadounidense que ya en el año 1750 dijo que quienes cambian libertad por seguridad no merecen ni una cosa ni la otra.
Vayamos ahora al apartado del tráfico.
¿Justifica la seguridad vial la instalación de radares visibles o camuflados y cámaras por todas partes?
¿La chulería y prepotencia de algunos policías que confunden la autoridad con la falta de respeto?
¿Coches o helicópteros que se dedican a perseguir un vehículo Kms. y Kms. hasta que cometa la más mínima infracción para luego poder presentar esas imágenes a unos medios de comunicación que les siguen el juego?
¿En el año 2008, es lógico tener que circular a 80 Kms/h. por una autopista plagada de radares?
¿Debemos aceptar que los paneles luminosos informativos se usen para intimidar en lugar de informar (No corras, control policial, no hables por el móvil, no bebas, no contamines, contar lo muertos, etc.etc)
¿No os sentís intimidados cada vez que salís a la carretera?
Desde aquí me solidarizo incondicionalmente con todas aquellas personas que han perdido familiares o amigos en accidentes de tráfico, yo soy uno de ellos, pero creo sinceramente que las cosas hay que hacerlas de otra manera.
Tal vez educando, enseñando desde la escuela, responsabilizando desde el sentido común, concienciando a las personas que el ejercicio de la libertad comporta obligaciones....
¿Porqué en Alemania con autopistas de velocidad libre tienen menos muertos que aquí?
Yo creo que mal va una sociedad cuando los ciudadanos cumplen las normas por miedo y no por convicción, que las señales de tráfico resultan exageradas y poco creíbles cuando se usan para reprimir.
Acabo de cumplir lo 50 y estoy viviendo esa transformación con malestar, incluso pienso que pronto nos implantarán un sensor bajo la piel como a los perros para tenernos siempre controlados, eso sí, será por nuestra seguridad.
Quizá parezco alarmista, pero para mí el fin no justifica los medios, y temo que en un futuro próximo el individuo sea una ovejita cuyo pastor (el estado) le diga siempre lo que tiene que hacer.
Gracias por leer este tocho, y lo juro, no soy político, abogado ni periodista, sólo un simple conductor profesional con la afición de la moto metida en la sangre.
Vsssssssssssssssssss.
Quien cambia libertad por seguridad, no merece ni una cosa ni la otra.