Ayer vendí mi fazer. Desde que la puse en venta cuando me compré la CBR, sabía que ese momento tarde o temprano llegaría. En el fondo deseaba que nadie me llamara interesándose por ella, y así tener la excusa para quedármela, pero por desgracia no me puedo permitir el lujo de tener dos motos. Así que ayer llegó ese día.
Después de tres años, en los que sólo me ha dado satisfacciones, sentí que la estaba traicionando al dejarla en manos de "otro". Espero que su nuevo dueño la disfrute tanto como yo.
Aunque parezca una tontería sentirse así por vender una moto, la verdad es que estoy triste, que le vamos a hacer.
Sólo quería compartirlo con vosotros.
Un saludo