Pues nada, en mi afán (y el de la parienta) de cambiar la moto, ahora hemos probado una Gs blanca con 8000 kms. Mi mujer no ha estado nunca convencida por esa moto, y aunque la ha vuelto a probar por mí, el resultado ha sido para ella negativo. Nada más subirte, la postura es cómoda y al arrancarla se notan la vibraciones y los vaivenes del bóxer. Embrague suave, primera sin ruido, instrumentación completa... a mí si me gusta! Por la ciudad y con dos se me hace un poco pesada, aunque creo que todo es acostumbrarse. El freno delantero muy bien. Salgo a una variante y cuando empiezas a enlazar marchas no te das cuenta de lo rápido que vas hasta que no miras el marcador. Me fijo en la suspensión delantera como va trabajando también sin parecerlo, y las cúpula protege muuucho más que la de mi S2. La parienta va a gusto con el aire, aunque no así con las brutales retenciones del bóxer, ya que cada vez que quito puño, se va hacia delante y choca conmigo. Para nada la suavidad y sonedo de un 4 cilindro japonés. Mi mujer la mira y dice que es fea, bruta, que parece que vamos a coger un carril de tierra con ese manillar tan hortera.
Llega la hora de devolverla y no he podido probarla por curvas, pero mi mujer dice que de GS nada de nada. Que quiere probar la FZ1. Casualmente, en la tienda había una aparcada, y así en parado se sube al asiento de atrás y se da cuenta de que va más elevada y con las piernas más recogidas que en la S2. Yo me subo también y me doy cuenta de lo "extraño" del manillar y de la cúpula tan estrecha que tiene. No se, pero me dio la impresión de que era más corta que la S2.
En fin, a la espera de probar una, de la GS nada de nada, que aquí Sol también tiene mucho que decir.