Prueba Suzuki GSX-S1000 ABS 2015
VESTIDA POR LOS PIES
Suzuki toma cartas en el asunto de las supernaked deportivas con la nueva GSX-S1000, una moto que ha tirado del extenso fondo de armario “R” de Hamamatsu...

En su viaje de altibajos, la eterna Suzuki parece estar viviendo últimamente un pequeño repecho que incita a cierto optimismo. El fabricante japonés, que en los últimos años ha experimentado un grave desfallecimiento comercial, inauguraba la temporada 2015 con frescura, ilusión y ánimos renovados: a nivel deportivo, regresando con sorprendente entereza al escenario mundialista de MotoGP, donde Aleix y Maverick han protagonizado más de un sonado titular; y a nivel industrial, presentando en el Intermot 2014 hasta seis novedades que refrescan una necesitada gama. Entre ellas se encontraba la llamada a representar el modelo de carretera más relevante de Suzuki, la GSX-S1000, una roadster de litro poderosa y versátil que viene a ocupar la plaza que dejó vacante hace tres años la monstruosa B-King 1300 como “padre de familia” naked en las filas de Suzuki, donde actualmente encontramos también la GSR750, la Gladius 650, la Inazuma 250 y la VanVan 125. La marca ha presentado además una segunda versión carenada que comparte la misma base, la GSX-S1000F.
Esta vez Suzuki no ha sido una marca remilgada en la construcción de una moto que ha de enfrentarse a durísimas competidoras como la BMW S1000R, la Kawasaki Z1000 o la Honda CB1000R -todas ellas naked de 1000cc con tetras en línea- y para ello ha cimentado la nueva GSX en su extensa trayectoria en los circuitos, depositándole todo su 'know-how' tecnológico con el propósito de crear una moto contundente, equilibrada y eficaz. Una motocicleta con muchas virtudes y pocos defectos, un vehículo capaz de portar el estandarte de una de las marcas con más solera del mercado, y armado para satisfacer a los motoristas más exigentes y ávidos de fuertes sensaciones pero al mismo tiempo necesitados de un mínimo de funcionalidad.
SUZUKI GSX-S1000 ABS 2015: VESTIDA A LA "ÚLTIMA"

Prueba
Prueba Suzuki GSX-S1000 ABS 2015
VESTIDA POR LOS PIES
Aceites castrol
Iván Bolaño
Por: Iván Bolaño
Redactor
Publicado el 25/08/2015
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Suzuki toma cartas en el asunto de las supernaked deportivas con la nueva GSX-S1000, una moto que ha tirado del extenso fondo de armario “R” de Hamamatsu...
En su viaje de altibajos, la eterna Suzuki parece estar viviendo últimamente un pequeño repecho que incita a cierto optimismo. El fabricante japonés, que en los últimos años ha experimentado un grave desfallecimiento comercial, inauguraba la temporada 2015 con frescura, ilusión y ánimos renovados: a nivel deportivo, regresando con sorprendente entereza al escenario mundialista de MotoGP, donde Aleix y Maverick han protagonizado más de un sonado titular; y a nivel industrial, presentando en el Intermot 2014 hasta seis novedades que refrescan una necesitada gama. Entre ellas se encontraba la llamada a representar el modelo de carretera más relevante de Suzuki, la GSX-S1000, una roadster de litro poderosa y versátil que viene a ocupar la plaza que dejó vacante hace tres años la monstruosa B-King 1300 como “padre de familia” naked en las filas de Suzuki, donde actualmente encontramos también la GSR750, la Gladius 650, la Inazuma 250 y la VanVan 125. La marca ha presentado además una segunda versión carenada que comparte la misma base, la GSX-S1000F.
Esta vez Suzuki no ha sido una marca remilgada en la construcción de una moto que ha de enfrentarse a durísimas competidoras como la BMW S1000R, la Kawasaki Z1000 o la Honda CB1000R -todas ellas naked de 1000cc con tetras en línea- y para ello ha cimentado la nueva GSX en su extensa trayectoria en los circuitos, depositándole todo su 'know-how' tecnológico con el propósito de crear una moto contundente, equilibrada y eficaz. Una motocicleta con muchas virtudes y pocos defectos, un vehículo capaz de portar el estandarte de una de las marcas con más solera del mercado, y armado para satisfacer a los motoristas más exigentes y ávidos de fuertes sensaciones pero al mismo tiempo necesitados de un mínimo de funcionalidad.
SUZUKI GSX-S1000 ABS 2015: VESTIDA A LA "ÚLTIMA"
Para ello, los ingenieros han abierto de par en par los armarios de su legendario modelo sport GSX-R1000 y han elegido las “prendas” más interesantes para formar una moto “vestida” a la última. El propulsor K5 de la versión 2005-2008 (3ª generación) por aquí y el conjunto chasis-basculante de aluminio de GSXR actual por allá, se juntan con sobriedad en una moto que impacta por su estética agresiva que sintoniza perfectamente con el estilo al que nos tiene acostumbrados este segmento de maxinakeds de líneas afiladas y aspecto general imponente. Carenados laterales en forma de 'Z' que remarcan el carácter deportivo, escape corto por el lado derecho, una quilla que parece querer clavarse en el asfalto y un colín que busca el cielo...
La nueva GSX-S1000 rezuma genoma R por todos los costados y promete sensaciones fuertes incluso antes de girar la llave de contacto -por cierto, un arranque facilitado por la tecnología Easy Smart System que no necesita accionar el embrague-, sin embargo, esas altas prestaciones nacidas para competir han sido interpretadas para otorgar a la nueva Suzuki un carácter más “mundano”: al propulsor, que ofrece ahora unas cifras de 146 CV a 10.000 rpm y un par motor de 106 Nm a 9.500 rpm, se le han realizado diferentes modificaciones que lo aligeran, principalmente en la distribución, compresión y pistones, y además se le ha servido de una gestión electrónica e inyección de última generación para suavizar esa respuesta en un mando de un gas que ha de enfrentarse a múltiples situaciones en el asfalto de las carreteras y calles, no del circuito.
A tal fin, por primera vez en una deportiva de Hamamatsu, incluye de serie un control de tracción de tres niveles de actuación (“3” el más intrusivo y “1” el menos) y con posibilidad de desconectarlo: a través de 5 puntos distribuidos por toda la moto -acelerador, ambas ruedas, cambio y cigueñal-, el TC realiza hasta 250 comprobaciones por segundo para intervenir en esa entrega de potencia. Como suele suceder, la centralita cierra la entrada de gasolina en los cilindros para evitar el deslizamiento del neumático anterior y velar así por la seguridad de los pasajeros, evitando derrapadas indeseadas y peligrosas al enroscar con contundencia.

Recomendamos el TC3 para circular sobre mojado o condiciones adversas, el TC2 para un uso más urbano y de carretera, y el TC3 para airear vuestros instintos más salvajes... Este sistema propuesto por la casa japonesa nos pareció efectivo y de trato suave: sobre asfalto seco, el TC3 se activa con demasiada frecuencia (se aprecia a través de un testigo luminoso en el cuadro de instrumentos), así que cambiamos al TC2, que ya prácticamente no hace acto de presencia. En las filas de Suzuki, sólo la V-Strom 1000 equipa este sistema, aunque en el caso de la maxitrail hay dos niveles para seleccionar en lugar de tres. Aunque no encontramos los clásicos modos de conducción de las deportivas de la casa, entre las ayudas de esta roadster también se cuela opcionalmente un sistema ABS 9M de la casa Bosch, de presencia casi imprescindible cuando tratamos con tanta potencia, y que trabaja junto a unos discos de 310 mm con pinzas de freno delanteras radiales Brembo (heredadas de la GSXR) y bombas de freno también radial, toda una garantía ante cualquier situación: su extraordinario mordiente bien dosificado permite disfrutar de la carretera sin temor a desfallecimientos.
SUZUKI GSX-S1000 ABS 2015: SUSPENSIONES EFICACES

En la elección de las suspensiones Suzuki tampoco se ha andado con miramientos y ha equipado a su nueva super naked con dos pedazo de travesaños de 43 mm en el tren delantero firmados por Kayaba, por supuesto, de configuración invertida y multirregulable en tres vías, para ajustarla al gusto de cada piloto y/o condiciones externas: precárgala y endurécela para darle aires más deportivos, o suelta los hidráulicos en zonas menos regulares, ¡tú mandas!. Por supuesto, su carácter no es tan radical como en su hermana R pero mantiene unos estándares de deportividad bastante elevados. El amortiguador trasero, aunque en menor medida, también es ajustable y trabaja sobre bieletas: su respuesta general es algo más dura pero más que correcta para un uso en carretera. Ambos elementos se vertebran por un chasis de doble viga de aluminio desarrollado a partir del de la actual GSX-R1000 para generar en conjunto un comportamiento que en bajas velocidades se muestra bastante ágil y que a ritmos elevados brilla por su estabilidad y nobleza, informando siempre al conductor de aquello que sucede sobre el pavimento.
SUZUKI GSX-S1000 ABS 2015: MOTOR CON PEDIGRÍ

El alma de la fiesta es, como suele suceder en estas supernakeds de litro, el motor, un propulsor de carrera larga en este caso que se desenvuelve con brillantez en la zona media del cuenta vueltas. Los cambios respecto al motor original han bajado el “techo” de este motor que no necesita tanta potencia arriba, si no un comportamiento más resuelto y una respuesta más suave en medios. Así, el cuatro cilindros refrigerado por agua empuja con contundencia desde apenas el ralentí, y la caballería va apareciendo de manera progresiva y lineal. Puede parecer ligeramente seca su reacción en marchas cortas, con ligeros tirones que la muñeca ha de saber gestionar, aunque su gama media deja las notas más sobresalientes: desde las 6-7.000 rpm la moto se desboca y, aunque en el cuentarrevoluciones no veremos más de 11.500 rpm (2.700 menos que el propulsor de origen) sinceramente no creo que nadie pida el “libro de reclamaciones” solicitando más potencia en la zona alta. La buena aceleración y respuesta, caracterizada por unos desarrollos cortos, se escalona con mucha suavidad a través de una caja de cambios “de mantequilla”, y hasta el punto muerto se encuentra siempre a la primera.
Las velocidades máximas puedes superar con facilidad en esta roadster unos desaconsejables 240 km/h, sobre todo teniendo en cuenta el cuerpo desnudo de una moto que tan sólo tiene para proteger al conductor una testimonial cúpula frontal que poco o nada tiene que hacer cuando nos metemos en tramos rápidos. Los consumos son bastante contenidos para tratarse de un tetra de 1000cc, y podemos incluso bajar a los 5,2 litros a los 100 km si conducimos con cierta moderación.

(seguir leyendo el artículo en su fuente original... aquí: http://www.motofan.com/prueba/prueba-su ... -2015/2586 )