A mi una vez en ruta se me metió por el cuello una avispa, a lo que yo respondí, decelerando con bastante sangre fría desde unos 140 km/h hasta parado, notaba los pinchazos y sabía que sólo debía de quedar uno de los dos, así que al final paré y manotazo en toda la pechera, resultado: avispa muerta, tres picotazos en pecho y pecho rojo del ostión que me di yo mismo

, desde entonces en ruta, ya puede haber 40 grados que voy con la braga en el cuello.
Drugus, lo de las avispas revoloteando por la moto , debe ser porque se sienten atraídas por los numerosos bichitos que llevamos empotrados en el carenado,son su almuerzo, a mi también me lo hacen, de vez en cuando.
