En adelante y tal como acordamos con vuestro foros, colocaremos algunas pruebas de motos que os puedan interesar intercalados con los textos y ejercicios dedicados a la conducción.
Empezamos con una de vuestras motos.
Éste es el trabajo que hice sobre la FZ-8 hace unos meses.
Dado lo extenso del texto y el hecho de que nos encontramos dentro de un foro, coloco aquí una parte y el resto podréis continuar leyéndolo en el enlace que aparece abajo.
Espero que os resulte interesante.
YAMAHA FAZER 800-N.

Hagamos un poco de historia.
Al principio fueron los italianos, Aprilia la primera en jugar con los modelos de serie la baza cedida por la FIM en el Mundial de Supersport. Los japoneses con cuatro cilindros en poco más de dos tercios de litro y ellos con dos en tres cuartos. La mitad de los cilindros por un sexto más de cilindrada, una curiosa proporción que repartió a los posibles compradores. Después, Ducati apareció con la misma fórmula y subiendo un poco más la cilindrada. Con la Monster 800 se dividía también el número de cilindros por la mitad a cambio de ganar un tercio de cilindrada. Más tarde Kawa encontraría una fórmula magistral: Ofrecer una siete y medio al precio de una seiscientos, igual a igual, cuatro cilindros y tres cuartos de litro por dos tercios con los mismos cilindros: La Z-750, todo un éxito de ventas.
Ahora Yamaha tenía que intentar algo nuevo, diferente y original para contraatacar o, mejor dicho, para meterse de lleno en este nuevo término medio del tres cuartos.
Esta YamahaFZ-8 es su apuesta.
Efectivamente, no hace falta comentar que lo primero por lo que apuesta la casa de Iwata es por una estética de magnético atractivo, una estética agresiva en la que no sólo juegan su baza las líneas y las formas, también los colores y la combinación de los mismos entre la carrocería y los componentes de la parte ciclo. Las llantas y las botellas de la horquilla en color oro dan una imagen selectiva, de producto extra, que llevan las miradas a posarse sobre esta FZ-8. Es tanto el cuidado que Yamaha ha puesto en la estética de esta moto que nuestra unidad de prensa lucía como extra una tapa de fibra para cubrir la plaza trasera y dar al final de la carrocería el aspecto de un colín.

Posición en la Yamaha FZ8.
Es prácticamente la estándar en la categoría. Estriberas retrasadas y elevadas justo un punto por delante y por debajo de una erre, con una ergonomía muy acogedora del depósito, eso sí, que consta de dos partes: una delantera en plástico y a modo de tapa y otra más atrás de metal que es el propio recipiente de la gasolina. Por otra parte, la instrumentación resulta bastante completa dentro del comprimido espacio que ofrece el cupulino, resaltando el cuentavueltas analógico de fondo blanco.
Motor
La puesta en marcha es prácticamente instantánea, a la primera insinuación del botón de arranque y sin tocar el gas, como en casi todos lo motores de inyección electrónica. El escape, con su voluminoso silencioso, hace discretísima cualquier aceleración o acelerón, y es la admisión la que en este caso da la primera nota justo debajo de nosotros. Se escucha con un rugido ronco, más ronco de lo que cabría pensar en una cilindrada como ésta y en una moto de estas características; y al mismo tiempo se deja oír detrás, de fondo, un agudo silbido eléctrico.
Al soltar el embrague un servidor puso mucha atención en las respuestas paulatinas que iría dando este propulsor y, ciertamente, esperaba un serio tirón desde bajas revoluciones justificado por el aumento de cilindrada. No es así, la FZ-8 tiene más bajos que su hermana pequeña, desde luego, pero el que esté buscando un motor muy lleno abajo tendrá que irse a por la FZ superior, la de litro. Esta Fazer de 800 responde muy bien hasta más o menos las 7.000 r.p.m. pero se reserva algo para después, más arriba. Precisamente, uno pensaba que lo que habría hecho Yamaha es rellenar la desigual curva de potencia que entrega la 600 para ofrecer una conducción más útil en ciudad, viajando acompañado o incluso con cierta carga de equipaje, pensando en esa pretendida idea de la polivalencia. Parece ser que los japoneses, en cambio, han mantenido la opción deportiva ligeramente por encima de las demás; así pues, esa curva sin escalones, que presumiblemente encontraría, no es tal y en torno a las 6.700 r.p.m. esta FZ-8 da un salto en la entrega que, si bien no es tan marcado como el de su hermana de 600 (Sergio dice no haberlo distinguido), un servidor, con sus 105 kilos sí que lo apreció. Ese tirón se mantiene aproximadamente hasta las 9.000 r.p.m., un régimen a partir del que digamos que el motor se aplana.

¿Cómo se traduce este comportamiento a una conducción, por ejemplo, en carretera de doble sentido?
Pues para describirlo de la forma más directa para todo el mundo, si vas metido dentro de un grupo de coches muy lentos y llevas el motor muy tranquilo y holgado mientras las línea continua no te deja ganar posiciones, tendrás que quitar dos marchas cuando la señalización te permita un adelantamiento que resulte un tanto ajustado por el coche que viene de frente, unos metros más allá. Si quieres salir fuerte de verdad, tendrás que bajar, normalmente, dos marchas.
Tal vez esta proximidad en el comportamiento a la 600 esté en cierta medida justificada por los 779 cc. de la FZ-8, más cercanos en la realidad a la cilindrada de la pequeña FZ-6.
Por otra parte, para moverte entre el tráfico diario, por ejemplo de una circunvalación, bastará con que conduzcas la FZ-8 a unas 4 o 5 mil vueltas y que juegues simplemente con el gas para ir ocupando los huecos que dejan libres los coches.
Por último, en cuanto al peso y al efecto geométrico sobre la moto, los cuatro cilindros transversales sólo se notan en el suavísimo tacto del motor y en su entrega de potencia, en cambio en el movimiento de masas y en los cambios de dirección lo cierto es que parece haber perdido algún pistón.
Parte ciclo
Monta el mismo chasis de la saga Fazer y derivado del de las R-1 y R-6, con la fantástica robustez que le caracteriza. En el caso de la FZ-8, se ha diseñado con una geometría muy directa, y Yamaha, en este terreno y al igual que en el del motor, ha orientado este término medio, que sobre el papel debería representar su nueva FZ-8, hacia el lado de la 600. Así resulta que esa geometría de dirección, combinada con una contenida distancia entre ejes, otorga a esta moto una agilidad casi prodigiosa. La FZ-8 no sólo entra en el viraje a la primera insinuación de nuestro hombro, del manillar o del pie sobre la estribera interior, sino que va más allá e invita incluso en algunos momentos, si nos dejáramos llevar por la euforia, a los juegos malabares que vemos hacer a los más virtuosos. Evidentemente, este ataque tan directo del ángulo de dirección y del lanzamiento de horquilla se cobra su tributo en forma de un discreto nerviosismo, que sólo aparece si hacemos oscilar a propósito el manillar marchando a buen ritmo, o si algún badén u ondulación inesperada de la calzada lo provocasen. La moto pisa muy bien, en general, a alta velocidad.
Frenos y suspensiones
CONTINÚA EN:
http://www.portalmotos.com/www/contenid ... entid=9016
Autor: Tomás Pérez
Director de la Escuela MPm