Este accesorio es regulable en tres posiciones. En la primera la rueda delantera apenas se levanta del suelo, buena para quitarse el miedo a acelerar fuerte. En la segunda la moto se levanta un poco más, para ir trabajando en el control del acelerador y del embrague. Y una vez dominado el arranque del caballito, en la tercera se consigue el punto de equilibrio, se busca equilibrar y controlar las reacciones de la moto.
En uno de los lados lleva una especie de taco de caucho que queda por encima del basculante, para que cuando las ruedas del Wheelie Teach toquen el suelo el contacto no sea muy brusco, ya que un golpe seco te podría desequilibrar.
No he encontrado distribuidor en España, aunque no creo que haya problema para adquirirlo a través de la web. El precio es de unos 240 euros (290 dólares).
Un buen caballito es algo que siempre gusta ver… en el lugar apropiado. Volviendo a lo que os comentaba al principio, este accesorio no debe servir para que aprendáis a hacer jacos por las calles. Hay una gran diferencia en ser un buen stunter y un simple macarrilla. No os ofendáis los que hayáis hecho algún caballito en la vía pública alguna vez, yo también he hecho alguno, aposta con mi antigua Kawa y sin querer con la Mille al dar gas a fondo en los carriles de aceleración. Por suerte la edad nos hace más responsables. Y debemos transmitir a los más jóvenes el respeto por los demás usuarios de nuestras carreteras.
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