El otro día viendo un poco la TV (cosa muuu rara en mi) me topé con una sección dentro del programa El Hormiguero que me sorprendió (cosa muy rara también).
Estoy hablando del monologo de Toño, un chico que va en silla de ruedas que se dedica a reirse de sí mismo y de su condición de disminuído físico.
Para una persona de a pie (nunca mejor dicho) los monólogos de Toño, Toñín para los conocidos, pueden parecer crueles, faltos de tacto y muy irrespetuosos con la gente dispacitada, y no le falta razón. Lo que ocurre es que Toñín hace tiempo que dejó de pensar en lo que era y comenzó a aprovecharse, de alguna manera, de su condición, y ahora la utiliza para hacer reir a los demás con un humor negro de libro.
A mí, sinceramente, me hace mucha gracia, y creo que sería una pena que lo retiraran del programa debido a las protestas de diversas asociaciones, ya que, en mi opinión, no tienen razón ninguna ya que ¿cuántos monologuistas se han reído de su condición de gordos, bajos o feos? Miles, y no por ello la gente ha protestado o se ha generado polémica alguna. Lo que tenemos que ver, es que la discapacidad es algo trágico si, pero hay que aceptarlo como es y verlo como algo normal, como Toñín hace con sus monólogos.
Aquí tenéis su primer monólogo,
[youtube]http://youtube.com/watch?v=WWr-MJCsFwk[/youtube]