Para salir de dudas y valorar el alcance real de la lesión me han hecho una resonancia magnética, yo pensaba que era poco más o menos como una radiografía hecha con un sonar y en mi ignorancia pensé que era llegar, poner la mano y listo... ja, ja jamones.
El aparato que han usado es relativamente nuevo y nunca habían resonado una muñeca por lo que me dijeron me usarían como conejillo de indias, la diferencia es que en lugar de la resonancia habitual, que no se lo que dura tuvieron que calibrar el aparato con lo que me tiré algo más de una hora metido en una postura bastante incómoda, sin poder moverme y asaeteado a ondas, por el sonido hacían tres series de distinta frecuencia, que se repitieron en tres o cuatro ocasiones.
Antes de eso tienes que leer y firmar dos folios con posibles contraindicaciones que si las cumples te pueden dejar fuera de la resonancia, entre ellas a parte de parecer una serie de enfermedades, estaban tener pendientes, tatuajes, algo de metal de alguna operación dentro del cuerpo, ser trabajador del metal, etc.
Pero lo que me chocó, yo suelo usar calzoncillos cuando trabajo y demás, pero en mi tiempo libre prefiero no utilizarlos porque me resulta mucho más agradable sentir el alegre campanilleo dentro del holgado pantalón.
El día de la resonancia no me apetecía ponérmelos (Total para una muñeca), pero me los puse porque mi madre me había lavado y planchado unos y me los había dejado preparados... Me los puse por no hacerle un feo. Nada más firmar el consentimiento me dijeron: Ala majete ahora en calzoncillos y calcetines


Perdonad por el rollaco pero me gustaría hacer un homenaje a todas las madres que cuidan de nosotros.