Barcelona vivió ayer por la tarde una tragedia que se habría podido evitar. Un motorista que circulaba a gran velocidad causó un muerto y una decena de heridos, incluido él mismo y su acompañante. La moto atropelló a dos peatones que podían estar cruzando con el semáforo en rojo y luego a siete personas que esperaban el bus en una parada contra cuyo poste acabó chocando. Ocurrió en el lado montaña de la Gran Via, entre Nàpols y Roger de Flor, que estaba lleno de gente.
El accidente pasó hacia las siete de la tarde. La moto, de gran cilindrada y color rojo, iba en dirección a la plaza de Espanya. A la altura del paso de peatones de la Gran Via con Nàpols, arrolló a un hombre y una mujer de edad avanzada que podían pasar el semáforo en rojo, en la versión de varios testigos. Según el intendente de la Guardia Urbana Domènec Escarré, el vehículo perdió el control porque posiblemente iba muy deprisa, subió a la acera del lado de montaña y se llevó por delante el poste de la parada de bus y a las personas que allí había.
BEBÉ DE DOS MESES
El hombre de unos 80 años que cruzaba el paso de peatones murió casi al instante. Otras 10 personas resultaron heridas de distinta consideración. Ocho eran peatones --entre ellos un bebé de dos meses-- y los otros dos, el motorista y su acompañante.
Algunos de los heridos fueron trasladados al Hospital Clínic y al Hospital de Sant Pau. Anoche, fuentes del Clínic informaron de que en este hospital tenían ingresados a dos personas, un joven de 27 años en estado grave, que sufrió traumatismo craneoencefálico y fracturas múltiples y tenía que ser operado de urgencia, y una mujer de 81 con el mismo traumatismo aunque de pronóstico menos grave. En el Hospital de Sant Pau estaban haciendo pruebas a una mujer de 76 años, al bebé y a un ocupante de la moto. No quisieron pronunciarse sobre el estado de los pacientes.
Según pudo saber este diario, la moto circuló por la Gran Via durante buen rato junto a otra de menor cilindrada en la que iban dos chicas, conocidas de los ocupantes de la otra moto. Esta segunda moto no se vio implicada en el accidente, pero sus ocupantes cayeron al suelo, seguramente por una mala maniobra de la conductora al ver el atropello. Este hecho podría explicar que diversas personas aseguraran que dos motos intervinieron en el siniestro. Algunos testigos, como Alfonso Soriano, aseguraron que las vieron circular a gran velocidad, aunque la policía reiteró que solo una participó en el choque.
Lo que se vivió después fue dantesco, con 11 personas estiradas en el suelo, charcos de sangre, gritos y momentos de histeria. Carmen Martínez, que tiene una tienda junto a la parada de bus, no vio el accidente, pero si fue testigo de cómo salía "volando" un cochecito del bebé mientras una mujer gritaba. Vicenç Camps, otro comerciante, explicó que ayudó a hacer torniquetes a las víctimas. La policía cortó dos horas el lateral de la Gran Via hasta que el juez levantó el cadáver.
Se desconoce la cilindrada de la motocicleta.

Tras leer esto uno piensa......
NO se peude ir aciendo el loco con la moto, ni haciendo carreras ilegales en plena tarde y encima en el eixample de Barcelona.
Por lo menos es mi opinión.
Porque luego pasa lo que pasa y nos ponen a TODOS esa etiqueda de peligrosos e imprudentes.
En fin....
Saludos.
alex.