Mensajepor vicentinik » 05 Ene 2007 12:14
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Aún me duele recordar aquella negra etapa, perdí el apetito y adelgacé casi demasiado, mí madre estaba tan preocupada que casi me arrastra al medico de las orejas.
Dejé de salir con la moto y con los amigos, cada vez que veía la R1 en el garaje se me revolvían las tripas…el día que la estrené fue el día que la conocí…me daba tanto asco que hasta la puse en venta.
Vivía pegado a la pantalla del móvil esperando una llamada que nunca se produjo.
Mi vida se convirtió en la de un robot industrial, de casa al trabajo y del trabajo a encerrarme en mi habitación.
Leí aquella maldita carta por lo menos mil veces…y el resto del tiempo me lo pasé sentado en una silla escuchando música con los cascos.
Carlos se pasaba a verme a menudo y fue el único al que le conté todo, no dejo de darme su apoyo y siempre trató de darme esperanzas de que ella volviera.
Pero los días se convirtieron en semanas y estos en meses, llegó un momento en el que juro que deseé que me entrase un cáncer o algo así ya que no quería seguir viviendo así y era demasiado cobarde como para intentar cortarme las venas o tirarme por un puente.
Llegó agosto y con él las vacaciones de verano, me vi obligado a salir de casa porque mi madre ya estaba decidida a buscarme un psiquiatra.
Me iba de casa por la mañana y caminaba como un zombi sin dirección hasta que regresaba para comer y por la tarde o bien Quedaba con Carlos para tomar un café o repetía lo de la mañana.
Un buen día sonó el móvil…un pavo había visto mi anuncio y quería ver la moto para comprarla, quedé con él para el día siguiente y seguí con mi rutina.
Aquella llamada me devolvió al mundo real.
Al día siguiente, puntual, llegó un chaval con bastante buena pinta para ver la moto, bajamos al garaje y le guié hasta la plaza de mi padre.
La moto permanecía allí, castigada sin motivo, tapada con una funda de plástico, entre los dos la destapamos.
Estaba impecable…reluciente y ansiosa de ser montada.
El chico la estuvo viendo, visiblemente agradado, intenté arrancarla pero la batería se había descargado,así que quedé en ponerle una nueva y quedar de nuevo al día siguiente para que la probase, en cuanto al precio…ni discutimos, lo acepto sin pensarlo.
Esa tarde me acerqué al concesionario y compre una batería, regresé al garaje y la puse en la moto, arrancó a la primera y el ruido del motor resonó por todo el oscuro sotano.
La deje un tiempo al ralentí y me quedé mirándola a un par de metros de ella.
Que bonita era….que sonido tan embriagador producían sus escapes, que silueta tan espectacular…. ¡que gilipollez venderla…!
De repente me entraron las prisas…
Paré el motor, cogí las llaves y caminé con prisa hasta el ascensor…
Subí a casa, no había nadie, mí padre estaba echando la partida y mi madre de paseo con las amigas.
Llegué hasta mi cuarto y busque en el armario mi mono de cuero, debajo de la cama, en una caja mis botas y sobre el armario el casco y los guantes.
Me vestí a toda prisa, el mono estaba muy rígido y tuve que hacer unos estiramientos para sentirme cómodo.
Bajé al garaje.
Arranqué de nuevo la moto, me puse el casco que olía un poco a rancio y metí primera, la moto respondió al instante y tomé rumbo a la rampa de salida.
El rato que me costó salir de la ciudad fue suficiente para darme cuenta que estaba bastante oxidado en esto de andar en moto, de momento me lo tenía que tomar con calma.
La calma duró lo que me costó salir a la nacional…entonces mi mano, cómo si tuviese vida propia, estrujo el gas sin piedad y la rueda delantera apuntó al cielo.
Durante una hora y pico… y hasta que se encendió de nuevo el testigo de la reserva de combustible conduje sin compasión como si mi vida fuera en ello, afortunadamente había poco trafico ese día y los inevitables errores de pilotaje que cometí quedaron solo en unos cuantos sustos y unos buenos subidones de adrenalina.
Reposté y antes de tomar el camino de regreso a casa hice dos llamadas, la primera a mi amigo Carlos en la que simplemente dije cuando me contesto:
“soy yo jose….he vuelto”
La otra fue al posible comprador….para decirle que lo sentía mucho pero que ya no vendía la moto, sé enfadó bastante y con razón, pero chico…estas cosas pasan.
Esa noche pude dormir en paz y de un tirón.
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Poco a poco volví a retomar las riendas de mi vida, la comida volvió a tener diferentes sabores…recupere a los amigos…me emborrache con gusto alguna noche de sábado…..en fin, una existencia normal y corriente, salvo por algún que otro detalle, siempre quedan secuelas tras una experiencia tan traumática.
No hice caso a ninguna tía que se me acercara…no es que fueran muchas…pero en las locas noches de fiesta pasa de todo y alguna infeliz si que anduvo revoloteando.
Siempre que veo un Audi TT se me acelera el corazón…siempre pienso que puede ser ella…las desilusiones que me llevo cada vez son muy dolorosas…pero ya voy aprendiendo a controlarlas, cien TT´s más y prueba conseguida…
Por ultimo y eso si que me ha llegado a preocupar en algún momento…he desarrollado una tremenda aversión contra los Porsche Cayenne….es superior a mis fuerzas…cada vez que veo uno aparcado le pego un buen rayón…pero con ganas….y si me lo encuentro en carretera con la R1….¡¡ufff…! ya se puede preparar… que se lo hago pasar muy, pero que muy mal…y como encima sea un babas y se piqué...lo tiene jodido… porque no paro hasta que lo fundo sin compasión…mis colegas se apartan de mí cuando ven uno…dicen que estoy tronado.
Aparte de eso...poco más puedo añadir…aquí sigo…viendo pasar los días…más tranquilo, pero siguo esperandola….no me rindo.
Ultimo capitulo.
Este pasado fin de semana nos fuimos a Tordesillas, ya tenia ganas de irme de concentración con los colegas, el año pasado dicen que las pasaron putas a menos nueve bajo cero en tiendas de camapaña, así que este año habían pillado habitaciones en el Hotel El Montico, a cuatro kilómetros de Tordesillas…un hotel bastante agradable en medio de un pequeño bosquecillo.
Salimos el sábado por la mañana muy pronto, él día era frió y con una espesa y húmeda niebla, recorrimos un buen trozo de camino sin incidentes…hasta que nos encontramos en el Pastor con un camión volcado que estaba siendo retirado por gruas, la guardia civil nos detuvo un buen rato para dar paso al trafico del otro sentido y luego continuamos el camino.
Pasado Burgos el día mejoró, seguía frió pero sin niebla, nos detuvimos para almorzar.
Llegamos al hotel poco antes de comer, dejamos las mochilas en las habitaciones y cogimos de nuevo las motos para ir al pueblo.
Comimos en el Figon, y después empezamos a disfrutar del ambiente motero y a darle al Black jack.
Hay que ver que pasada con los putos quads…lo han invadido todo.
Estaba anocheciendo y en la plaza había un ambientazo de la ostia, toda llena de gente y de motos…
Sobre las nueve decidimos regresar al hotel para darnos una ducha, cenar y volver por la noche al pueblo en taxi para bebernos hasta las farolas.
Estaba esperándome en la puerta.
Vestía unos vaqueros ajustados, una chupa de cuero de honda y un shoei negro en una mano…odió las honda…pero habría cambiado a pelo la R1 por una CBR en aquel instante, tenia el pelo un poco más corto y distinto peinado…seguía siendo preciosa.
Me bajé de la moto como un muelle y corrí hacia ella, mis colegas se quedaron atrás.
Cuando llegué hasta ella me sonrió y se echó en mis brazos...la apreté contra mí con tanta fuerza que protestó de dolor, intenté besarla pero tenia el casco aún puesto, me lo solté y lo tiré al suelo.
Nos besamos con pasión, tenía tantas ganas de preguntarle mil cosas que no me salían las palabras…ella puso su mano en mi boca y me hizo callar.
Entramos con prisa en el hotel y la llevé a mi habitación….no se donde durmió Carlos que la compartía conmigo esa noche…pero tampoco me preocupó demasiado.
Fue otra noche que jamás podré olvidar…así que me perdí el desfile de las antorchas.
Al día siguiente regresamos juntos a casa, por fin la pude dar el paseo en moto que la debía…llegamos empapados.
Y por fin hoy termino de contaros mi historia….la semana que viene me largo con ella fuera de España, ha empezar una nueva vida….por cierto..., .vendo R1 del 2005 con cuatro mil trescientos kilómetros…por si os interesa… ¡daros Prisa...!
Tfno.620559616
Esta mañana he Firmado el finiquito en el curro…..que haga tubos de pvc San pedro…que yo ya paso.
Por cierto…gracias a todos los que habéis leído mi historia…cuando la empecé fue como una especie de catarsis….una manera de recordar y de contaros una etapa de mi vida que quería olvidar pero no quería que desapareciese de mi cabeza en soledad. Tenia que compartirla con alguien y nadie mejor que vosotros,mis desconocid@s amig@s de la red…hubo alguien que al principio creía que esto no era un cuento y que era cierto, pero no me atreví a confirmarlo, ni siquiera yo me pude imaginar que me volvería encontrar con Lydia este finde en Tordesillas...
Como podréis comprender, estoy que no cago de gusto…he ido aprovechando a ratos, mientras Lydia esta fuera, para escribir estos últimos trozos de mi historia y por fin esto se termina aquí y ahora.
Ha sido un verdadero placer compartirla con vosotr@s,nos vemos.
