Mensajepor vicentinik » 09 Ene 2007 16:25
Vigo.
Me estaba calando hasta los huesos, pero me daba igual... acababa de salir de casa de mis padres más que rebotado... un par de los moteros que se habían hecho cargo de mi moto me la acababan de traer a casa y mi padre trató de destrozarla con un martillo mientras mi madre y mi hermana trataban de impedírselo.
Que se piensa... que a mí me hace gracia verla... cada vez que la miro me recuerda a Raquel... los largos ratos discutiendo con ella para que me dejase comprármela hasta que al final logré convencerla... y mil situaciones más...
Hasta yo tenia ganas de destrozarla... malditas motos... maldigo el día en que me subí a una por primera vez...
Es que ni yo mismo sé lo que me pasa... como no he podido escarmentar después de haber enterrado a tantos amigos... que coño me puede dar la moto que ni aún así las he dejado... y al final se han llevado lo que más quería en este mundo...
Las lagrimas se fundían en mi cara con las gotas de lluvia, tenía, los puños tan apretados que mis nudillos estaban blancos
Lo decidí en ese instante... en cuanto regresara esta noche de ver a Raquel la pondría en venta, la moto y todo lo demás que tenia que ver con ella, para mí las dos ruedas se habían terminado para siempre.
Regresé tras mis pasos y de nuevo volví a casa, mi madre preocupada me esperaba en el portal bajo un paraguas, cuando me vio que volvía regresó aliviada a la casa.
Tras una ducha rápida y ponerme ropa seca salí en mi m3 hacia Amurrio, mientras peleaba entre él trafico por salir de Vigo, reunía fuerzas para entrar otra vez en la habitación de Raquel, cada vez se me hacia más duro, parecía estar simplemente dormida... cada segundo que pasaba junto a su cama ansiaba que abriese los ojos y volviese a mi lado, pero nunca despertaba.
Los médicos seguían manteniéndose en sus trece y se limitaban a decirme una y otra vez lo mismo, que había que dejar correr el tiempo.
Mi vida estaba rota. llevaba casi dos semanas sin pegar ojo y me sentía física y psíquicamente al borde de la extenuación,en casa mi padre parecía haberse convertido derrepente en mi enemigo y solo el apoyo de mi madre y mi hermana conseguía que no hubiésemos llegado a las manos en más de una ocasión.
Pero peor aún eran mis suegros, me habían prohibido volver a verlos ni hablarlos y la ultima vez que pude hablar con ellos me llamaron asesino a la cara.
He tenido que pedir vacaciones en el trabajo por que mi cabeza no esta donde debe estar y no tengo fuerzas para ir allí, como si no hubiese pasado nada...
No sé cuanto voy a poder aguantar así. Hay noches que he estado a punto de hacer una locura, pero al final no he podido, no por no tener valor. Si no porque dentro de mí noto como si aún hubiese esperanza.
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Hospital la esperanza, amurrio.
Tengo hambre. Me comería a una vaca por las patas. Y después un cafécito y un camel.
No sé que coño estaréis pensando vosotros, pero yo necesito reponer energias, tengo una promesa que cumplir.
Me he quitado todos los cables y las agujas que me tenían atravesado y poniéndome la sabana a modo de toga he salido al pasillo, no veáis que frío esta el jodido suelo de baldosas, pero que sensación tan maravillosa es poder sentirlo.
La enfermera de guardia se ha desmayado cuando he llamado con los nudillos al cristal de la sala de control y le he dicho que quería comer algo, así que he tenido que entrar en la sala y tras asegurarme que no se había lastimado en la caída la he colocado lo más cómodamente posible en el suelo y luego he pillado el micrófono de la megafonía interna y he dicho a quien pudiera oírme que tengo mucha hambre y una enfermera inconsciente a mi lado.
Vaya Cristo que se ha montado... en un segundo se han empezado a abrir puertas y he visto venir gente hacia la sala de control a patadas. Se han quedado embobados al verme en pie y a la pobre enfermera desmayada que la den por el culo.
Mi familia también a aparecido por el pasillo, deberían estar en una sala de espera o algo así y a mí podré madre también le ha dado un telele que la ha dejado frita en brazos de mi padre.
Mi hermano me ha mirado de arriba abajo y ha empezado a caminar por el pasillo mientras decía una y otra vez:
no puede ser... no puede ser...
Yo a quien he mirado de arriba abajo ha sido a mi cuñada... quien tuvo retuvo... sigue estando la ostia de buena... la he guiñado un ojo y ella ha puesto una picara sonrisa... esto marcha.
Un puntazo cuando ha aparecido por allí Pablo, el cura, y se me a tirado a los pies gritando a pleno pulmón:
Milagro... milagro...
Si yo le contara pater.... he notado como mi polla trataba de subirse cuando Elena me ha sonreído de ese forma suya...eso si que es un puto milagro.
Lo peor ha sido cuando varios doctores se han empeñado en hacerme pruebas... les he tratado de explicar por las buenas y de mil formas que me encontraba perfectamente y que lo único que deseaba ahora era comer algo. Y no ha habido forma, me han rodeado y me han enganchado por los brazos, cuando he visto que venia una enfermera corriendo por el pasillo empujando una camilla he gastado las pocas fuerzas que me quedaban en soltarme de ellos y pillar a uno, un calvo con cara baboso, por el cuello y ya por las malas me hecho entender.
Ahora estoy en una sala para visitas, sentado en un cómodo sofá fumándome el primer pitillo desde hacia siglos, la primera calada me ha jodido un poco, pero la tercera ya ha entrado de puta madre.
He mirado el telediario mientras devoraba la insípida comida que me han preparado como las vacas al tren, la de cosas que han pasado en el mundo mientras yo he estado colgado.
Tengo a toda mi familia rodeandome, además de un medico y una enfermera que no paran de mirarme y tomar notas.
Apenas si nos hemos dirigido la palabra... mi cabeza trabaja mil por hora y ahora mismo no puedo perder el tiempo con ellos, espero que puedan perdonarme por mi deplorable comportamiento, pero ahora mismo hay otras prioridades en mi vida.
He pedido a los médicos un plan inmediato de recuperación muscular, estoy hecho un trapo y necesito ponerme en forma, dentro de un par de horas empezare los ejercicios en la piscina.
Necesito hablar con alguien de todo lo que me ha pasado y el único que se me ocurre que puede llegar a entenderme, aunque sea de lejos es el cura, espero que ya se le hay pasado el éxtasis religioso, le necesito despejado, tengo muchas preguntas que hacerle.
Tras terminarme el cigarro, he charlado un poco con mis padres y he podido convencerlos para que se fueran a casa tranquilos, mi hermano se ha levantado rápidamente del sofá y aliviado casi se los ha llevado a rastras, sin embargo, Elena su mujer ha dicho que se queda a hacerme compañía, yo no he tratado de desanimarla, no me importaría poder estar un ratito a solas con ella y como a su marido no le ha parecido mal, mientras él pudiese largarse de aquí... pues bueno. Esta noche igual hay fiesta.
He dejado a Elena en la sala de espera y me he pateado el hospital hasta que he encontrado la capilla del hospital, allí estaba
Pablo, arrodillado rezando frente al altar.
-¿se puede?-he preguntado.
El pobre hombre se ha vuelto sobresaltado hacia mí ya tras reponerse del susto me ha hecho gestos para que pasara.
Me he sentado en el primer banco de la derecha y le he hecho sitio para que me acompañase.
-tengo que hablar seriamente con usted padre-le he dicho.
-tú dirás daniel-me ha respondido receptivo.
-primero le voy a contar lo que me ha ocurrido y después le preguntaré, quiero que oiga toda la historia para que se pueda hacer una idea de la situación.
-me parece correcto-dijo tranquilo.
-pues vera...
Y le he contado todo desde cuando me encontraba solo en la oscuridad hasta que he despertado agarrado de la mano de Raquel.
Tras escucharme en silencio atentamente ha estado reflexionando durante largo rato, me han entrado ganas de encenderme otro cigarrillo, pero al estar en un lugar sagrado me he cortado.
-Es un milagro... -ha sentenciado al final.
-joder padre no me salga con esas... -le he respondido desmoralizado.
-¿es que no lo entiendes, Daniel? esta todo muy claro...
-pues ilumíneme... que yo tengo un chocho en la cabeza....
el cura ha sonreído al oír mi expresion, y levantándose del banco ha comenzado a caminar por la capilla mientras me exponía su teoría:
-es la eterna lucha entre el bien y el mal... lleva más de dosmil años produciéndose día a día aunque la mayoría de los mortales nunca se ha percatado de ellla, y ahora tú estas metido en plena batalla.
Has sido elegido instrumento de Dios. tienes que cumplir la misisón,debes salvar a esa chica.
-padre... ¿se ha dado cuente de todo lo que le he dicho... ?le he contado un cuento en el que hay un cielo para moteros... un piloto de negro que va por hay cargándoselos...
-esa es una visión libre del propio Satanás... -me interrumpió excitado.
-bien, se supone que yo debo encontrar al novio de Raquel, que es el que sabe donde aparece el cruce que lleva al cielo... luego tengo que hablar con el guardián del lugar...
-puedes llamarle Pedro... estoy seguro-volvió a interrumpirme sonriendo.
-vale. Es San Pedro... bien, entonces le digo que quiero retar al piloto negro para salvar a Raquel y él me organiza una carrerita, yo con mi gsxr me fundo al de negro, salvo a la chica y todos contentos para casa ¿no?
-Exactamente... -respondió rotundo.
-¿en serio se cree todo lo que le he dicho?-le pregunté ya un poco cabreado ante su actitud tan positiva.
Pablo regresó a mi lado... apoyó su mano en mi hombro y borrando por un segundo la sonrisa de su rostro me dijo:
-si tu supieras lo que han visto estos ojos que ahora te miran...
y ya no añadió más, se levantó y alejándose de mí hacia la sacristía se despidió con un simple:
-Rezare por ti.
Salí de la capilla y encendí un cigarro, una enfermera que salió de no sé dónde me puso mala cara y me señaló un cartel de prohibido fumar, la puse cara de mala ostia y desapreció... esto de ser instrumento divino tiene sus ventajas... jejeje.
Cuando me lo fumé decidí regresar a la habitacíon, quería echarme un rato antes de ir a rehabilitación, tantas emociones me tenían hecho polvo.cuando abrí la puerta vi a un tipo de unos treinta y tantos con gesto triste sentado a los pies de la cama de Raquel... en un segundo supe que era su novio.
Nos miramos a los ojos unos segundos y acercandome a él le solté:
-chema... tenemos que hablar.
Al principio me miraba extrañado y yo juraría que me tomó por un chalado... pero a medida que le contaba la historia, noté como prestaba más atención y asentía una y otra vez con la cabeza... cuando llegué a la parte de lo del cielo dio un bote de la silla y empezó a gritar que era cierto... que existía realmente, que Raquel y el ya habían estado allí tres veces.
Tras lograr que se calmase pude continuar, le conté todo excepto que había tenido una intensa relación mistico-sexual con su chica, creo que ese detalle me lo podía saltar sin problemas...
Cuando por fin terminé... una enfermera entró en la habitación para acompañarme a la psicina, la pedí que llamase a mi cuñada para que también me acompañase y prometí estar allí en cinco minutos.
Como el novio de Raquel estaba muy nervioso y las cosas había que hacerlas con calma quedamos para el día siguiente, para preparar el viaje y todo lo demas, lo dejé en la habitacíon, mucho más alegre diciéndole a su chica que no podía oírle que todo iba a salir bien.
*******************
Menos mal que ya estaba dentro del agua cuando Elena apareció en la piscina con un bañador azul de licra ceñido a su piel... a ver como le hubiese explicado sino al fisioterapeuta y a la enfermera aquello duro que tensaba mi bañador entre las piernas.
Tras la impresión inicial... logré centrarme en los ejercicios, madre mía... estaba hecho un Cristo. Me costaba un montón mover mis flácidos miembros dentro del agua, pero no me rendí y apretando los dientes seguí y seguí hasta que el fisio dijo que por hoy ya era suficiente.
Le pregunté que cuando seguiríamos y me contestó que mañana a la misma hora.
-no puede ser. -le increpé.-tengo poco tiempo para ponerme al día.
-antes no puedo acudir al hospital, por las mañanas trabajo en un centro de salud.
-pues póngame unos ejercicios que pueda realizar yo, mi cuñada me puede ayudar con los estiramientos. -la guiñe un ojo.
-simplemente repite lo mismo que hemos hecho hoy. -me dijo entonces.
-esta bien-respondí-¿podria quedarme un rato más en el agua?
-claro... toda la noche si quieres... -.
-pues entonces me quedaré un ratito, el agua esta fabulosa.
El fisio y la enfermera salieron de la piscina y se fueron a los vestuarios, me dejé flotar de espaldas en el agua hasta que unas manos acariciaron mi rostro.
Me dejé acariciar un rato... la verdad es que es una pasada estar vivo y en condiciones... nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
-te he echado mucho de menos... -me dijo Elena con voz temblorosa.
-yo también a ti-dije realmente convencido.
-han sido casi dos años horribles... no sabes como quedaste tras el accidente... pensé.
-schsss. -dije para que sé callara-no pienses más en ello, ya pasó. Ahora hay que mirar hacia delante.
-he estado tantas veces a punto de dejar a tu hermano y marcharme lejos...
-te entiendo... sigue siendo el mismo capullo de siempre. ¿No?
-es peor de lo que te imaginas. Durante este tiempo que has faltado ha cambiado muchisimo, no se como lo ha hecho se ha ganado la voluntad de tus padres y si antes ya era su preferido ahora lo tienen en palmitas... entre eso y que ha ascendido en su trabajo. tiene un subidon de ego que da asco... encima... estoy seguro de que tiene alguna amante... ya hace casi seis meses que ni me toca...
-pobrecita-la dije poniéndome en pie y abrazandola-no te preocupes, he vuelto, las cosas van a cambiar.
Elena me abrazó con fuerza y comenzó a llorar, yo la dejé que se desahogara. Soportar a mi hermano ha tenido que ser un verdadero infierno.
Cuando dejó de llorar, comencé a besarla, primero su pelo húmedo que olía a flores frescas.luego fui bajando por el cuello hasta que nuestros labios se encontraron.
Una vez así, la pasión se desató y en un instante bajé los tirantes de su bañador dejando al aire flotando sobre el agua ese par de preciosos pechos que daba gusto ver, y tocarlos, y morder sus pezones...
Al final acabamos haciéndolo en el agua, una experiencia nueva. Muy gratificante la verdad. Y no es por presumir, pero a pesar de haber estado en paro año y pico, me porté como un campeón.
Justo cuando salíamos ya vestidos de los vestuarios se abrió la puerta del recinto y por ella entraron dos tipos trajeados, al verme suspiraron aliviados y se presentaron.
-soy el director de la institución-dijo el primero, un tipo de unos cincuenta y tantos alto y fuerte como un roble y con pinta de tipo estirado.
-este es mi ayudante. -continuó señalando a un tipo bajito de unos cuarenta y pico con poco pelo en la cabeza.
-¿qué hay?-dije yo tranquilo.
-es absolutamente necesario hacerle pruebas medicas para averiguar como se ha podido recuperar de sus lesiones... es médicamente imposible. Es un milagro.
-ahora no me viene bien, estoy muy cansado. -era verdad.
-pues entonces mañana a primera hora.
-tampoco me viene bien. -repliqué.
-¡no puede negarse. !Es el primer caso en el mundo y hay que estudiarlo y documentarlo exhaustivamente... mucha gente puede beneficiarse de este hecho sin precedentes.
El hombre en parte tenia razón, y actuaba con total franqueza, yo sabia que en mi curación no había nada medico que estudiar... pero aquel hombre parecía realmente preocupado e inquietado así que tuve que ceder.
-vamos a hacer una cosa... no tengo mucho tiempo. así que si le parece que tal si me hacen todas las pruebas que quieran esta noche y terminamos con esto de una vez...
-lo dice en serio... -dijo el director excitadisimo.
-cuando quiera. -le respondí.
-¡no tenemos tiempo que perder entonces...!Roman... -gritó a su adjunto-¡qué el equipo medico este listo en el box 3 en cinco minutos!
-sí señor... -respondió servil el bajito y salió corriendo.
-acompáñenme por favor... -nos dijo entonces.
Le seguimos y allí empezó una noche para olvidar.
Rayos x, tac, scanner cerebral, ecografías varias, me sacaron botes y botes de sangre, una biopsia de medula,... lamparoscopia del estomago, cuando trataron de hacerme lo mismo por el culo les dije que iban listos...
Análisis de orina... de lo otro nada, aún no me habían venido las ganas.
Pruebas de vision, oido, reflejos...
Más sangre...
Me sentí una jodida cobaya humana... si les dejo seguir me diseccionan vivo... menos mal que Elena permaneció toda la noche a mi lado. Sin su presencia y compañía no hubiese podido aguantar aquello.
Cuando el sol salía por el horizonte me llevaron en camilla hasta mi cuarto. En cuanto me depositaron en mi cama me quedé frito.
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Me despertó la voz de Elena, estaba hablando con alguien. Abrí los ojos, me sentía fatal. Jodidos matasanos. Me habían jodido pero bien.
Vi que estaba charlando con chema, los salude con voz pastosa.
Los dos se acercaron hasta mi cama, Elena se agachó y me dio un dulce beso.
-esto esta mucho mejor... -dije yo ya totalmente despierto.
-¿qué tal has dormido?-me preguntó ella.
-como un bebe. -respondí yo-tengo hambre... -continué.
-voy a llamar a la enfermera para ver si pueden traerte algo.
-gracias-la respondí.
Dejó la habitación y me quedé con el novio de Raquel.
-tenemos mucho que hacer. -empecé yo.
-y hay poco tiempo. -me contestó-es martes. El sábado se abre el cruce. ¿Estarás listo?
-sí-afirme rotundo.
-¿podrás montar en moto?
-con los ojos cerraos... -dije animado.
-¿cuándo te soltaran de aquí?
-no lo sé. ¿Cuándo quieres salir?
-como muy tarde el jueves.
-vale... lo mejor será partir desde aquí. ¿Te parece?
-si, yo regresaré esta tarde a vigo, preparare la moto y mañana por la tarde puedo estar de nuevo aquí, volveré a coger habitación en el hotel donde he dormido hoy y así el jueves podríamos salir temprano.
-pues ahora ya solo queda que alguien me traiga aquí mi susi, creo que Elena puede ocuparse.
-¿puedes confiar en ella?-
-con los ojos cerrados. -respondí seguro.
-no hace falta preparar equipaje... el viaje no durara mas que unos días y puede que no volvamos...
-¡no jodas...! Ahora que acabo de salir del coma... -dije bromeando.
-ojalá tengas razón... -dijo preocupado.
-tú tranqui. -le dije señalando al techo. -el de arriba esta en nuestro bando.
-falta nos va a hacer.
jueves, 7:35 a.m.
Cuando se abrió la puerta de mi habitación, yo estaba ya en pie, caminando nervioso por la habitación. Era chema, enfundado en un traje de cuero.
Le miré, llevaba un gastado dainesse de dos piezas, pantalón negro, chaqueta negra, blanca y roja... botas alpinestar también rojas y negras. Le faltaba una deslizadera en la rodilla derecha. pañuelo negro con tribales al cuello ,el pelo algo revuelto y un shoei negro en la mano...ese tío tenía muchas horas de vuelo...se veí a la legua.
-hola. -saludé.
-hola Dani... ¿listo?
-esperando a Elena... aún no ha llegado.
-debemos salir ya.
-lo sé. Démosla un poco más de tiempo.
-voy a ver a Raquel mientras llega.
-esta bien... saldré a tomarme un café en la maquina del pasillo.
En la maquina había dos enfermeras charlando animadamente mientras se tomaban un café, cuando llegué hasta ellas me saludaron con una sonrisa. Era el paciente más famoso del hospital todo el mundo me adoraba... quizás era porque era el único capaz de moverse y hablar. Pero bueno la fama es la fama.
Saqué uno con leche y me entretuve charlando con ellas, cuando terminé de beberlo mágicamente saqué un paquete de camel de mi pijama y me encendí uno... las enfermeras me reprendieron cariñosamente... era el puto amo.
No le había dado más que tres caladas cuando vi llegar a buen paso por el pasillo a Elena, traía una bolsa de deporte en una mano, con la otra me saludó al verme.
Me despedí de las enfermeras y regresé junto a Elena a mi habitación.
Chema seguía pegado a la cama de su chica, se le notaba triste y nervioso, dejamos que estuviese un rato más con ella mientras Elena me ayudaba a ponerme el mono.
-¿y mi susi?-la pregunté.
-la traen en una furgoneta, he tenido que pedir muchos favores para conseguir que la traigan.
-créeme que te lo agradezco de corazón.
-¿Adónde pensáis ir?-dijo señalando a chema que tambíen, estaba vestido con el traje de cuero.
-te dije que no podía decirtelo. Que confiases en mí, en unos días te lo contaré todo.
-estoy muy preocupada con este asunto. No eres sincero.
-tendrás que seguir confiando un poquito más. -me limité a decirla.
Ella se refunfuño un poco pero no insistió.
-¿no te han puesto pegas en mi casa por lo de la moto...?
-no me vieron, tenia las llaves de tu hermano... fue entrar y salir.
-eres mi reina. -y la besé en los labios.
-no sé. -dijo triste. -creo que tu hermano sospecha algo.
-no te preocupes por eso ahora. Cuando vuelva pondremos las cosas claras y que salga el sol por donde quiera, pero tu y yo estaremos juntos.
-no sé. ¿Qué dirá todo el mundo?¿Y tus padres..?
-tendrán que aceptarlo.
-y si no lo hacen...
-pues haremos las maletas y nos iremos a un sitio donde podamos vivir tranquilos.
-¿lo prometes?
-claro. -respondí.
A las ocho menos tres minutos salimos los tres de la habitación, todo el mundo se quedó mirándonos, dos moteros de cuero hasta las orejas y un bombón rubio, caminando a buen paso por los pasillos del hospital como si fuéramos los amos del lugar.
Un medico que pasaba por allí a su bola se quedó blanco cuando nos vio y por un momento creí que me iba a echar el alto o decirme algo...
Levanté la mano en la que sujetaba el casco y le apunté con él sin dejar de andar... ni se movió.
Faltaban pocos pasos para la puerta de entrada cuando alguien gritó mi nombre. Me detuve y giré la cabeza, era Pablo el cura, lo sonreí y le saludé con el casco.
-rezaré por vosotros... -gritó a lo lejos-que Dios os guíe...
-gracias padre. espero volver a verle y contarle como acaba la historia..
-no dejes de hacerlo...
-descuide. -y salimos del hospital.
La mañana era fría y el día aun peleaba con la oscuridad, algunos pájaros ya daban muestras de vida sobre los arboles de los jardines del hospital, daba gusto llenarse los pulmones con el aire fresco de la mañana.
Aparcada a un par de metros estaba la kawa de chema, cuando la vi flipé.
-¡ostias. Vaya maquina. !
-es la nueva de este año... motor v-6... doscientos quince caballos.
-preciosa. -replique.
-es un tiro. -me aseguró.
-té creo... te creo...
-ahora falta la tuya. -dijo él.
-por allí viene dijo Elena señalando una furgoneta marrón que se acercaba al hospital.
-mi susi. Cuanto tiempo. -dije yo ansioso.
En apenas cinco minutos el eficiente repartidor la descargó, me hizo firmar en ese libro electrónico que llevan y salió raudo hacia otro destino.elena me entregó la llave de su bolso y yo la encajé en la cerradura, tiré del aire, pulse el botón de arranque acariciando el puño del gas... y al instante y como si llevase años esperándome mis susi cobró vida y el ronco bramido de su termignoni de carbono me saludó con brío.
-¡si señor. !-exclame satisfecho
-suena bien. -aseguró chema.
-demasiado ruido. -concluyo Elena.
-ruido... esto es música celestial. -y le di un poco más de gas.
-schsss... -me reprochó ella-puedes despertar a alguien. -
-ojalá... -dije yo pensando en todos los vegetales vivos que había tras las paredes del hospital.
-ojalá... -me apoyó chema.
-bueno. -dije yo. -¿nos vamos o que?
-adelante. -dijo chema comenzando a ponerse el casco.
-yo te sigo. -le dije, él asintió con el casco ya puesto.
Monté en mi moto, quité el patacabras, engrané primera y arranqué lentamente tras mi compañero de aventuras, nada mas sentirme ya sobre la moto una sensación de buen rollo me llenó entero, Dios como había echado de menos una buena montura entre las piernas.
Salimos despacio por los jardines del hospital, dandole tiempo a los motores a coger una temperatura optima de funcionamiento y poco despues, ya en la nacional, le dimos al mango.
Viernes, en la carretera.
Por muchas cosas que hayas visto en la puta vida... siempre te llevas alguna sorpresa, aún me parece imposible, pero lo recuerdo con total exactitud.
Llevábamos en la moto desde las ocho de la mañana, tras hacer noche en un motel de camioneros y de desayunar un café con bollos y un par de cigarros, salimos de nuevo hacia nuestro destino... pronto chema comenzó a marcar un ritmo endiablado, ayer , al principio, entre que hacia mucho que no pillaba la moto y que aún no ando al cien por cien, Chema me dejaba tirado a la que me descuidaba, hoy me encontraba bastante más a gusto sobre la moto y por lo menos conseguía no perderlo de vista...
Entramos en un tramo de doble vía con buen piso pero con bastante trafico, siempre por el carril izquierdo, el velocímetro no bajaba de doscientos, bien, entramos en un curvon a derechas bastante abierto, íbamos bastante pegados y el led de mi moto marcaba 228 kilómetros por hora cuando literalmente nos fundió por el arcén un pavo en una exup del 92,que susto me dio el cabrón... pude oír incluso el rugido de su escape casero. Y encima va el pavo, se suelta la izquierda del manillar sin dejar de dar gas y nos hace señas para que paremos.
Por mucho que viva creo que no volveré a ver un quemaó así en la puta vida.
Yo realmente me asusté un poco... y creo que chema también, aunque nuca lo reconoció publicamente, total que un poco más adelante nos paramos en un cruce donde nos estaba esperando aquel tío.
¿Cómo podría andar de ese modo con aquel hierro? tenia la goma de atrás a puntito de verse lo blanco, la cadena destensada y cubierta de grasa seca, el piloto trasero roto, los intermitentes vete tú a saber donde coño estaban, ahora solo quedaban los cables sueltos del de la derecha, de la matricula solo quedaba la fila de arriba...
Los carenados rajados por mil sitios y remendados con fibras por otros tantos, a la cúpula le faltaba un trozo... sin espejos por supuesto. Y para terminar. Aparte del monstruoso escape casero que ya he mencionado. El motor goteaba aceite con soltura... increíble.
Del tipo que os puedo contar... era pá verlo en serio... mono de una pieza negro, viejo y agrietado por mil sitios, un casco nava del año carolo, verde fosforito con la pantalla más guarra y rayada que he visto. Una bota alpinestar azul y negra y otra diadora roja y violeta... y la nota de color... los Guantes... unos garibladi asquerosos por los que se escapaban una par de puntas de los dedos. El puto amo.
-¡oye...!-graznó con una voz de cazallero que daba grima oirla-una pregunta...
Con un gesto le indicamos que adelante.
-vais a pensar que estoy fumao. Pero bueno, mirar esto a ver si os suena a vosotros. Que llevo una semana dando vueltas como un cabrón y ya estoy hasta los huevos.
-chema recogió de su mano un trozo de papel arrugado y sucio, lo desdobló y al instante reconoció el mapa.
-Sé donde está. -le respondió con una sonrisa.
-¡no me jodas... !-gritó al cielo... -¿por donde coño se va?
-te lo digo si me dices tú como ha llegado este mapa a tus manos.
El tío se paró quieto y se nos quedó mirando un rato, por fin arrancó.
-pues es que no sé si puedo deciroslo...
-puedes estar tranquilo-le dijo chema-yo ya he estado allí.
-¡no jodas. !¿Seguro. ?¿Me estas vacilando?
-para nada... -dijo divertido.
-venga vale... pues os lo cuento, que más da.
Y nos narró su aventura.
El otro día me arrimé a una concentración cerca de casa... fui solo, ya no me quedan colegas... y total, me puse a privar rebell yell a palo seco hasta que me cocí de cojones. Y en vez de darme el punto alegre y empezar a hacer el ostia con la moto por las calles me dio la depre. Me dio por recordar cuando veníamos todos los colegas juntos. Que juergas... y ahora yo he quedado el único... que vaya mierda de vida y páquí y pallá... total que me dio el punto de suicidarme... de veras que lo tenia decidido... me arranqué a por la exup y tenia pensado no desacelerar en la curva del río... y a tomar por culo con toda esta mierda... y ya estaba al lado de mi burra cuando apareció un tipo raro y me dijo que no lo hiciese... ¿el que? Le pregunté de mala baba. Quitarte la vida. Me dijo el tío... y como coño sabia ese lo que iba a hacer. Total que empezamos a hablar... le dije que no quería seguir solo sin mis colegas... que esto ya no era lo de antes... que esta vida es una mierda. ya sabéis... le conté todas mis penas y el tío se las tragó como un buen colega... en serio, y al final ya medio dormido del pedo que llevaba el tío me preguntó si quería volver a ver a mis colegas...
¡Joder. Como no. !y me dio este mapa... le pregunté que si me estaba vacilando... que no me hacia ni puta gracia... y el tío todo pesado en que siguiese el mapa, que siguiese el mapa... que mis amigos me estarían esperando allí... que tenia que creer...¡ que me quedé frito sobre el deposito...!
Cuando me desperté por la mañana con una resaca de tres pares y la espalda machacada, el pavo ya no estaba... pero en mi mano tenia apretado el mapa. no sabia si de verdad aquel tío habló conmigo o No. Si aquel mapa era real o no... pero la verdad... como no tenia nada mejor que hacer y ademas. Si es cierto que ese lugar existe quiero ir allí... pues que aquí estamos... ¿qué os parece?
El tipo nos lo contó con tal desparpajo y gracia que chema y yo nos estabamos partiendo el culo, pero con ganas.
-Es real... -pudo decirle al final... -nosotros también vamos allí, podemos viajar juntos.
-de puta madre oye. -dijo el tío agradecido.
-pues en marcha que aún nos queda. -concluyó chema.
-oye. -empezó de nuevo el tio-que yo me llamo luis, soy de La bañeza... que encataó. ¿Eh?
-yo soy daní dije alargando mi mano.
-yo chema.
Una vez formalmente presentados nos pusimos los trastos y de nuevo a quemar gasolina, pero esta vez sin sobresaltos.
El cruce
Cuando enfilé la kawa en la recta que llevaba al cruce, mi corazón empezó a palpitar con fuerza... otra vez aquí. otro año más, pero esta vez para algo más que para ver a mis amigos...
En cuanto el primer jirón de niebla empezó a cubrir la carretera hice un gesto con la mano y descaleré, luego paré en el arcén y me bajé de la moto.
La niebla se fue cerrando hasta que fue imposible ver a mas de un metro, Dani y Luis estaban inquietos junto a mí y no se atrevía a abrir la boca.
La niebla se esfumó tan rápido como había venido y una vez más frente a mí vi el cruce y el cartel que indicaba el puerto de las animas, mil ochocientos metros.
-ya casi estamos. -dije con voz entrecortada a mis compañeros.
Dani me puso una mano en el hombro y me guiño un ojo.
-esto va a estar chupao... te lo digo yo-me animó.
Luis que no sabia de que iba el cuento nos miró extrañado pero no dijo nada.
-ahora vais a subir el puerto más acojonante de mundo... gas a fondo y no os cortéis... aquí no hay peligro.
El puerto.
Tenia que ser cierto... aquello debía ser sin ninguna duda el cielo de los moteros... nunca he conducido tan al limite mi siete y medio y nunca me he sentido más tranquilo y en paz que ahora. Chema hace tiempo que nos ha dejado atrás... la kawa se perdió a las pocas curvas de empezar el puerto, Luis viene pegado a mí en medió de una nube de chispas en cada curva... juraría que puedo oírle reír y gozar dentro de mi cabeza... yo ya no sé que hacer... me falta un toque para llegar al tope del puño del gas y aún quiero más... y siento que puedo darle... la próxima es a derechas, bien peraltada y con nieve en el arcén... pero siento que puedo abrir a fondo. No va a pasar nada. Le doy... entro a muerte con la aguja de las vueltas en la zona roja. no sé a cuanto voy... la moto toma la curva como si fuera por raíles y ni se menea... aún no he terminado de trazarla y ya sé que la próxima es a izquierdas y un poco más cerrada... pero no va a pasar nada... no tengo que cortar... Luis sigue riéndose en mi cabeza...
La casa de la bomba
Llego arriba con tal subidon de adrenalina que me tiemblan las manos. Suelto el gas al ver frente a mí un montón de motos aparcadas... cuando llegó hasta el grupo, puedo ver la kawa de chema parada y a él charlando con un grupo de moteros y moteras.
Luis y yo aparcamos junto a la moto verde y una vez que nos quitamos los cascos nos reunimos con el grupo, todos están visiblemente excitados e impacientes... noto el aire cargado de una extraña energia, chema nos va presentando y al poco todos
estamos hablando sobre la subida del puerto, poco a poco van llegando más motos.
No sé cuanto después... el tiempo aquí corre de manera distinta, chema me da un codazo y me hace mirar detrás... un tío montando en una moto muy rara esta parado frente a nosotros. Levanta la mano al cielo... cae un rayo impresionante y derrepente ante mis ojos aparece un bar de carretera con un gran neón de color que reza: LA CASA DE LA BOMBA
El tío de la moto rara camina hacia el bar, entra por la puerta y desaparece tras ella.
-ya es la hora. -dice chema-vamos a tomar unas copas mientras vienen los colegas.
Luis y yo totalmente anonadados le seguimos sin decir ni palabra, entramos al bar.
Está oscuro, medio vacío y silencioso... poco a poco lo vamos llenando, chema nos guía hasta la barra y saluda a una pedazo de camarera que pá que contaros.
-lo de siempre... -le pregunta sonriente
-claro. -responde él-y para estos lo mismo.
-al momento... -dice sonriéndonos la camarera.
-oye. -salta chema-pon música.
La música empieza a sonar... esa canción la reconozco pienso para mí. es mas vieja que el catarro pero sigue sonando igual de bien...
Love bomb baby de los tigertailz...que recuerdos.
Al momento la preciosa camarera nos saca tres vasos y una botella de jack daniel´s.
-vamos a sentarnos a una mesa-no dijo chema recogiendo la botella-aún tenemos que esperar un rato.
Los amigos perdidos.
Ya llevábamos cuatro copas, la conversación era fluida y amena y reinaba buen rollo en todo el local, yo sabia que el gran momento estaba a punto de llegar y no dije nada para no estropear la sorpresa... esto solo pasa una vez en la vida.
Las luces se apagaron... la música dejó de sonar. un foco se encendió en el pequeño escenario,la primera bailarina vestida de motera estaba lista,la música empezó a sonar de nuevo...el previo de sintetizador del turbo lover llenó el ambiente,los pelos se me pusieron de punta por todo el cuerpo,aunque no era la primera vez...no podía controlar mis sentimientos...
Todos mirábamos embobados la bonita coreografía que de año en año anunciaba la llegada de los amigos... y como siempre... en lo más cañero de la canción... se abrió la puerta del bar y empezaron a entrar los ausentes.
Otra vez carreras y gritos por todo el bar tras el reencuentro. Esta vez fue Luis quien tirando la silla de golpe hacia atrás y lanzando un juramento. Salió disparado hacia un grupete de seis moteros... que botes daba. Estaba llorando como un niño. Sus amigos le recibieron con bromas y al poco casi agotan la cerveza del local.
Entraron mis colegas. Me puse en pie y los mire... los ojos se me humedecierón. No pude evitarlo, fui hacia ellos, dani se quedó en la mesa mirando a todo el bar... también se le notaba emocionado.
Nos fundimos los tres en un largo abrazo y los mandé hacia nuestra mesa, justo acababa de entrar el hermano de Raquel y quería ser yo quien le explicara la situación.
-hola fran... -le saludé y nos dimos un abrazo.
-¿y raquel?-pregunto ansioso.
-no ha podido venir. -le dije
Su expresión se nubló y creo que notó en mi cara que algo iba mal.
-¿qué ocurre chema?-me preguntó intranquilo.
-vayamos con los demás... -tenemos mucho de que hablar.
**************************
La botella de bourbon estaba vacía, pero nosotros no estabamos ni borrachos ni contentos, al conocer la situación de Raquel... el buen rollo que tenia que haber en una noche como esta había desaparecido.
-¿por qué tienes que correr tú?-preguntó Fran a Daní.
-me ha tocado... así de simple, yo preferiría que corriese chema que va mucho más rápido que yo. Pero hay reglas.
-¿eres bueno?-preguntó no muy convencido.
-eso espero.- Dijo él dudoso.
-¿y que debemos hacer ahora?-siguió fran.
-tenemos que hablar con San Pedro y pedirle que organice la carrera.
-¿y donde esta?-preguntó fran.
-no lo sé. -intervine yo-como siempre ha entrado por la puerta y ha desaparecido.
-pues tendremos que averígualo...
-será mejor que le preguntemos a alguna camarera, quizás nos pueda ayudar¿no os parece?
Todos estuvimos deacuerdo así que sin pensarlo dos veces, los seis nos levantamos y nos fuimos para la barra.
-tenemos que hablar con el jefe. -le dije a mi camarera favorita
-lo sé. Os esta esperando... por aquella puerta-dijo señalando una puerta que juraría que antes no estaba allí.
Nos dirigimos hacia ella, salimos a un pasillo bastante oscuro que nos llevó hasta unas empinadas escaleras, tras subirlas, entramos en una pequeña salita, con un par de cómodos sofás unas lamparas rojas que lo iluminaban tenuemente y un escritorio tras el cual un tipo de una edad indeterminada se fumaba un peta de María la mar de a gusto.
Nos invitó a sentarnos con un gesto y así lo hicimos.
El tipo se levantó tranquilamente y sin dirigirnos la palabra desapareció tras una pequeña cortina, nos quedamos un poco alucinados. Pero al poco regresó con un balde lleno de cervezas en hielo, luego fue repartiéndolas entre nosotros y se quedó con la ultima.
-bueno. -comenzó alegre-aquí estáis... me alegro de veros.
Abrió su cerveza y le pegó un buen trago.
-daní. -dijo mirándole serio-¿estas listo?
-fijo. -respondió seguro.
-¿ya sabes lo que te juegas. ?-insistió Pedro.
-no tengo miedo... ya sé lo que hay al otro lado.
Pedro se rió con ganas y le palmeó la rodilla.
-sabia que podía contar contigo. chema estate tranquilo que vamos a traer de vuelta a Raquel.
-espero que tengas razón. -dije no muy convencido.
-ten fé. -le respondió.
-bueno... ¿y como va ser la cosa?-preguntó entonces dani.
-de momento pasémoslo bien esta noche, mañana, cuando se cierre el bar, esperarme en el parking, ya he hablado con mi viejo enemigo, nos veremos todos allí.
-¿podremos ir también nosotros?-preguntó mi colega Billy.
-por esta vez haremos una excepción. -dijo riéndose de buena gana.
-¿podría correr yo por mi hermana?-preguntó Fran.
-no-dijo pedro tajante-tu ya estas muerto... no te juegas nada.
-¿y yo?-le pregunté ansioso.
-No-chema, tú tampoco puedes. hay reglas
-¿y quien hace las reglas?.Pregunté contrariado.
-yo también tengo un jefe... -dejo caer.
-una pregunta. -intervino Dani-se supone que tengo que correr contra el demonio no...
-con un demonio sí... pero no el que tu piensas... el piloto negro solo es un simple peón.
-bueno bien... pero sabiendo como son. ¿Harán trampas?
Pedro lanzó una carcajada al aire... se le veía divertido.
-pues claro hombre... pero tú tampoco eres manco ¿no?
No dijimos nada, estabamos alucinados.
-¿dónde vamos a correr?-continuó Dan.
-mañana el jinete te dará a elegir entre un tramo u un circuito, elige circuito.
-¿pues?-preguntamos todos casi a la vez.
-el circuito es repetitivo y puedes aprender donde pasar, el tramo solo lo haces una vez y solo tendrías una oportunidad... si la cagases...
Tragamos saliva.
-¿qué moto lleva?-preguntó Carlos, otro de mis colegas.
-no es una moto común... ósea que no es ni japo ni espagueti.
-¿trucada?-preguntó Jardon.
-no le hace falta... la moto no es una maquina, es un ser con vida propia.
-¿y le voy a poder dar grasa con mi susi?
-ni de coña... -dijo Pedro divertido-tu pilotaras la mia, para igualar las cosas.
-¿y que moto tienes. ?-preguntó Dani intrigado.
-tampoco es una maquina, es un ángel que toma esa forma.
-¿estas de coña?-dije yo poco convencido.
-para nada... -os la voy a presentar.
Sin palabras... los seis nos miramos incrédulos... la situación cada vez era más irreal.
-esta es Iliana. -dijo mirando tras nosotros.
Nos giramos como un muelle y vimos a una morena espectacular... a mí me recordaba la ostia a la elfa del señor de los anillos, pero con una presencia mucho más dulce y delicada.
-hola chicos... -nos saludo con una voz angelical.
-hola... -logramos responder medio embobados.
-¿seguro que tengo que conducir eso?-preguntó dani incrédulo.
-tú estate tranquilo... -le calmó ella-tratame con suavidad y confía en mí. Ganaremos seguro.
-bueno... quiero verte de moto. anda transfórmate...
ella se rió...
-no puedo hacerlo cuando quiero. -dijo -tendrás que esperar a mañana.
-vaya. -dijo contrariado.
Pedro fue por otra ronda de cervezas... no fue la ultima de aquella noche.
La carrera.
El parking ya estaba casi vacio, un año más. Todo había terminado.
Los seis estabamos junto a nuestras monturas, fumando nerviosos y esperando... la moto de Luis seguía allí... ¿dónde se habría metido?
La puerta del bar se abrió... unos fornidos camareros estaban echando a los últimos moteros, salían a gatas de la borrachera que traían... Luis iba en cabeza de la extraña procesión... riéndose con ganas. Los que se seguían de mala manera debían ser sus colegas.
Legaron junto a nosotros en pié, pero apoyándose los unos en los otros.
-hola tios. -nos saludo-esta noche ha sido la ostia ¿eh?
-espero que lo hayas pasado bien-dije yo.
-¿y ahora que?-preguntó él.
-debes irte...
-¿no podría quedarme aquí con ellos?-preguntó seriamente.
-me temo que eso no es posible. -dijo la voz de Pedro que se materializo como de la nada junto a nosotros-tú hora aún no ha llegado.
-vaya mierda. -respondió él contrariado-¿entonces hasta el año que viene no?
-aún nó. -dijo divertido-¿quieres acompañarnos un rato más?
-yo con estos colegas que me han traído aquí voy hasta el mismo infierno si hace falta...
-y nosotros... -corearon sus colegas aún borrachos.
-muy bien, pues entonces esperemos a nuestro contrincanté, que no tardara en llegar.
Así fue... al poco rato oímos el ronquido grave de un motor y de la nada apareció el piloto negro. Cuando lo vi me encogí de miedo involutariamente.aquel cabron era el que había provocado el accidente de Raquel.
La figura negra seguía viéndose borrosa... como si estuviese entre niebla... no se podía apreciar bien ni a la moto ni al piloto.
-anda deja ya de hacer el gilipollas y ponte bien. -graznó pedro-que aquí no estamos para hacer el tonto ¿eh?
Un rugido de furia se oyó y la figura se volvió real.
El piloto negro detuvo se bajó de la moto... esta, en vez de sonar como un motor, parecía que respirase... escuchar su sonido ponía los pelos de punta. Igual tenia razón Pedro y aquella montura estaba viva.
El tipo se quitó el casco... yo me imaginaba ver una calavera debajo... pero no. Era un tipo normal y corriente, me miró a los ojos y se rió, con la mano hizo el gesto del pulgar hacia abajo. Se me hincho la vena y traté de saltar a por él, pero mis colegas me lo impidieron.
-este año va a estar chupao. -dijo con chulería.
-si quieres podemos jugarnos algo. -le provocó Pedro.
-lo que quieras... -se mantuvo firme el otro.
-ya te lo diré luego.
-bueno, a lo que estamos... que tengo mucho trabajo... -dijo con una sonrisa heladora.
-daniel. -dijo-tu eliges... tramo o circuito.
-circuito-afirmó seguro.
-esta bien... pues empecemos.
-a las motos... -ordenó entonces Pedro.
Salimos del parking por otra carretera que antes no estaba allí, ya debería estar acostumbrado a esto, pero siempre te sorprendes con estas cosas. Las catorce motos fuimos en fila india y a ritmo tranquilo durante una media hora... luego Pedro que iba el primero puso el intermitente y tomamos un cruce a la izquierda, y tras seguir un kilometro o así por aquella carretera, llegamos a los muros de un circuito, las puertas se abrieron solas y continuamos hasta llegar a los boxes donde nos detuvimos los catorce.
Había varias motos preparándose para salir y muchas más en pista. Vaya ambientazo... casi me caigo de culo cuando vi pasar a uno enchufaó por la recta con el dorsal 74.
-¡la madre que lo parió... ese es katoh... !
Todos le miraron y confirmaron lo que yo había visto.
-¡que fuerte. !Dijo Luis.
-no me lo puedo creer. -concluyó dani.
Mis colegas se reían.
-ya te dije que esto es la polla. -me dijo Carlos
Pedro y el piloto negro charlaban aparte, se les veía discutir pero de manera tranquila, al final pareció que llegaron a un acuerdo, Pedro regresó junto a nosotros.
-se lo tiene muy creído... -dijo guiñándonos el ojo-te deja rodar un cuarto de hora para que te hagas al circuito y a la moto-le habló a dani.-¿estas listo?
Daní asintió nervioso.
-ya es hora que montes a Iliana.
-estoy impaciente-respondío.
Iliana, era blanca, de un brillo que hacia daño a los ojos, de silueta afilada y agresiva, hasta la goma de las ruedas era de aquel color.
Dani permaneció junto a ella dando vueltas a su alrededor durante varios minutos, no se atrevió ni a tocarla.
-adelante. -le animó Pedro-no tenemos todo el día.
Inseguro, se montó con respeto en la moto, sin tener que tocar nada el motor cobró vida.
-¿puede hablar?.Preguntó estúpidamente.
-ya lo veras... -respondió divertido-y ahora sal a la pista.
Iliana
Imposible explicar lo que sentí... cuando enfilaba la recta de boxes hacia el circuito iba rígido e incomodo, me hubiera gustado poder regular los pedales a mi gusto. La moto comenzó como a derretirse bajo mí, en un momento había encontrado la postura correcta. Cuando así lo sentí la moto recobró su rigidez.
“Gracias”pense para mí...”de nada.”respondio una dulce voz dentro de mi.con dar un par de vueltas a ritmo tranquilo quise endurecer un poco la suspensión trasera y el amortiguador de dirección... al momento estaba a mi gusto.entonces ya apreté el ritmo. La moto iba simplemente perfecta... me transmitía una confianza total. La única pega que encontré era que le faltaba un pelin de brío en bajas...”ya esta.”Dijo la voz... otras dos vueltas más y fundí a katoh a más de trescientos en la recta.
Estiré la moto hasta el limite. Su respuesta fue siempre impecable... llegué a coger la suficiente confianza como para ganar y todo.
El tiempo de entrenar terminó y llegó la hora de la verdad.
El resto de motos dejó el trazado y esperándome en la meta solo quedaba el piloto negro.
Detuve a Iliana a su par y le miré a traves del casco, me devolvió la misma pero con odio y rabia.
-veinte vueltas... -dijo con los dedos.
Asentí con el casco.
-cuando se ponga en verde...
volví a sentir...
-vas a morir...
-cómemela...
El semáforo se puso verde... salimos en medio de una nube de goma quemada. Rápidamente fuimos subiendo marchas y comiéndonos la recta. Entramos casi a la par en la curva. Pero él lo hizo un poco por delante, no me preocupé y seguí tras él comodamente, el piloto negro conducía bien, iba muy fino y su trazada era superlimpia, empezó a escapárseme un poco, aceleré con decisión. Hicimos la vuelta pegados y en la recta le adelanté sin problemas... me la devolvió en la frenada. Me preocupé... yo había frenado al limite... como andaba aquel cabronazo.
Durante las siguientes vueltas fui probando a adelantarlo en varios sitios del circuito. Lo pasaba bien, pero siempre volvía a adelantarme... en la recta me lo comía con facilidad, pero sabia que mi rival no exprimía al máximo la moto, yo tampoco lo hacia, me reservaba un golpe de gas... pero me preguntaba cuanto se estaba reservando él, me temo que bastante más que yo.
Quedaban cuatro vueltas y las cosas seguían igual. Estaba muy nervioso. No lo tenia nada claro...”ayúdame Iliana”rogué.
“sigue así... no te despegues... en la ultima vuelta... en la recta... confía en mí”
Así fue. Entramos pegados. Y gas a fondo... comencé a pasarlo, pero tal y como me temia. el piloto negro exprimió lo que se guardaba y comenzó a alejarse. Apreté el acelerador hasta el tope. Y la moto siguió acelerando... la rueda delantera comenzó a notarse más ligera... cargué mas peso sobre ella... Iliana seguía subiéndose de vueltas sola... cuando le llegué a la par, ya estaba de pie sobre las estriberas y con todo el cuerpo hacia delante e Iliana seguía levantándose poco a poco. Mi rival no se como lo hizo pero aceleró aún más y se me adelantó ligeramente. La meta estaba ya a un suspiro y yo solo pude hacer lo que venia haciendo ya tiempo atrás. Tratar de impedir que Iliana despegase del suelo.
Gané por los pelos... de milagro vamos... pero gané. Entré a lo rossí. Pero sin querer... con la moto ya casi vertical... el piloto negro no pudo con iliana... sus gritos de rabia aún resuenan en el aire.
No pude evitar llorar de alegría... lo había conseguido... bueno, Iliana lo había conseguido... pero me sentía igual de ganador.cuando llegué a boxes, antes de que todos se abalanzase sobre mí para felicitarme, le di las gracias y besé él deposito con todo el amor del mundo...
“ha sido un placer...”respondió ella
-¿estas bien?-le pregunté ya en voz alta
“algo cansada... pero me recuperare”
-ha sido un honor conducirte.
“ha sido un placer dejarme llevar por ti”
-nunca te olvidare...
“yo tampoco... pero tranquilo, algún día volveremos a vernos”
-estoy impaciente...
“No tengas prisa.”
-hasta pronto entonces Iliana.
“hasta pronto Dani”
De vuelta a casa.
No quiero extenderme mucho, las despedidas siempre resultan tristes, pero todo tiene un final.
Tras celebrar la victoria como se merece tuvimos que dejar el cielo, aunque ahora ya teníamos a seis colegas más con los que tomarnos unas copas al año que viene.
Regresamos los tres juntos hasta que Luis llegó a casa, intercambiamos, teléfonos, abrazos y buenos deseos para todos y desde ya quedamos para volver juntos el año que viene.
Yo tenia una cuenta pendiente... no pude ver a mi amigo allí arriba... Pedro me explicó que este año mi visita había sido por motivos especiales y no como los demas, pero que ya me había ganado el derecho de ver a mi amigo, la próxima vez.
Chema y yo recogimos a Raquel en Amurrio, le escena del reencuentro es demasiado pastelera como para contarla, así que paso.
A mí me quisieron retener en el hospital para hacerme más pruebas, pero me largue por patas...
Seguimos juntos hasta que nuestros caminos se separarón, y por fin tras casi dos años de ausencia volví a mi casa, no me recibieron como a un héroe... pero bueno... tras la aventura vivida y la ausencia total de explicaciones por mi parte me conformé con que me dejasen quedarme allí.
Claro que al mes siguiente tuve que salir de allí de no muy buenas maneras cuando descubrieron que Elena iba a dejar a mi hermano para estar conmigo... cosas que pasan... sin un duro en el bolsillo, pero con la chica que quieres a tu lado... ¿quién puede tener miedo?
5 de junio, pantano de Sobron.
El sol lucia radiante pero sin calentar demasiado como para estar a disgusto dentro del mono de cuero. Un día perfecto, unas curvas perfectas... mi susi... sin comentarios... aunque jamas podré quitarme de la boca el regustillo de haber pilotado a Iliana.
Era el primer día que salía en la moto después de regresar del cielo, otras cosas más importantes habían ocupado mi tiempo, buscar trabajo, buscar piso... en fin, jaleos.
Pero hoy Elena tenia comida con sus amigas y me había dado la tarde libre. Había elegido esta ruta por ser una de las mejores zonas de curvas del país y la verdad es que por el momento estaba pasándomelo como un crío con un juguete nuevo... pensaba terminar en Medina tomando un café y volver luego a Bilbao por peña ángulo... de fábula.
En una curva cerrada una moto apareció en mi espejo.
“Estupendo. Viene rápido... a ver si nos echamos un pique guapo.”
seguí a mi ritmo, pendiente del espejo...
No sé cuando me di cuenta de quien era el que me seguía.
Pero cuando lo hice se me helaron las venas. ¡Era el piloto negro..!
Y tenia bien clarito lo que eso significaba... esta vez venia a por mí.
No iba a permitir que se me llevara... aún no... apreté los dientes y el puño del gas. El termignoni protestó. pero mi susi salió disparada...
¡A ver si tienes huevos...!
-fin-
