Un fallo en un radar obliga a anular mil multas a conductores
Las imágenes captadas por la cámara del sistema del control de Tráfico instalada en la A-7, en el cruce con la autovía de Madrid, no son válidas porque no se identifica a los turismos
Un millar de conductores que habían sido fotografiados a una velocidad superior a la permitida por los nuevos radares fijos instalados en la Región, se van a librar de sus multas. Así lo han confirmado a LA OPINIÓN fuentes de la jefatura provincial de Tráfico, quienes además informaron de que el jueves varios técnicos estuvieron revisando los nuevos radares instalados para realizarles unos ajustes de cara a que en los próximos días o semanas, la dirección general de Tráfico dé la orden de que se empiecen a imponer sanciones, una vez que se haya verificado que los sistemas de control instalados funcionan perfectamente.
Según informaron a este periódico, todos los expedientes incoados por las imágenes captadas por los tres nuevos radares desde su puesta en marcha en diciembre, alrededor de un millar -ya que sólo funcionaba uno de ellos porque otro fue robado y el tercero no enviaba los datos al centro de control de Valencia por un problema técnico-, han sido anulados. Además, tampoco se abrirán expedientes sancionadores hasta que se comprueba que los nuevos ajustes realizados a los radares funcionan perfectamente. De esta forma, sólo `caza´ infractores el primer radar fijo puesto en marcha en al Región, que se encuentra en las inmediaciones de la salida de Archena, en el kilómetro 375,6 de la autovía a Madrid.
Quebradero de cabeza
Los planes de Tráfico eran instalar y poner en marcha de forma efectiva cuatro radares fijos en la Región durante 2005 con el objetivo de evitar accidentes. Sin embargo, su instalación ha contado con numerosos problemas, excepto el primero que fue instalado. En el caso de los tres siguientes, su puesta en marcha sólo ha traído quebraderos de cabeza a Tráfico. El objetivo era que estuviesen en marcha para principios de octubre, para antes del gran premio de motociclismo que se celebro en Cheste el día 9. De esta forma, se realizaron cortes en la A-30 y en la A-7 para colocar los pórticos en los que instalaría los radares los días antes.
Los aparatos tecnológicos de grabación y medición se instalaron, pero las pruebas para ponerlo en marcha provocaron que no se anunciara oficialmente su entrada en funcionamiento hasta el 22 de diciembre. Así fue teóricamente, ya que en la práctica fue muy diferente.
El 21 de diciembre, como ya publicó este periódico, los agentes de una patrulla del subsector de Tráfico de la Guardia Civil informaron de que cuando se encontraban de 'ruta' se dieron cuenta del que el radar fijo ubicado en el kilómetro 758,8 de la A-7 había desaparecido del pórtico en el que se encontraba. Así lo verificó el centro de control de Valencia y los técnicos de la empresa Indra, la adjudicataria de la instalación de los radares en las carreteras españolas. Alguien se había encaramado al pórtico, a cinco metros de altura, y sustrajo la cámara y la caja con el radar, un material valorado en 76.775,35 euros. Este sistema de control aún no ha sido reemplazado.
Otro problema fue que el radar instalado en el kilómetro 3655,9 de la A-30, en las inmediaciones de la salida de la vía hacia Jumilla y Yecla, sufría unos fallos técnicos que impedían que trasmitiese los datos que recoge al centro de control de valencia.
Por último, el tercer radar puesto en marcha hace poco más de dos meses en la A-7 en sentido Alicante, en la salida hacia Molina y la A-30, funcionaba y había cazado a más de un millar de vehículos que circulaban a más velocidad de la permitida. Sin embargo, las fotografías captadas, no eran válidas para identificar los turismos, por lo que todos los expedientes incoados han sido cerrados sin sanción.
Durante esta semana, varios técnicos han realizado varios ajustes en los radares y se espera que funcionen de una forma correcta en la próxima semana.
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