Vaya por delante mi total respeto a los miembros de la gc y de todos los cuerpos de seguridad del Estado, Comunidades e incluso locales, y sobre todo los agentes de la guardia civil motorizada que se juegan la vida con la bmw a diario para protegernos (otra cosa es que las órdenes que tienen que cumplir sean más o menos racionales)
El caso es que hoy, en una avenida (urbana, por supuesto) de Córdoba, estaba detrás de una pareja de gc con sus motos que estaban charlando en un semáforo, esperando supongo a empezar el turno y salir a carretera. Se pone el semáforo en verde y salen a toda leche dejándome alucinado porque se supone que el límite está en 50 y ellos deben dar ejemplo. Con la idea de ver la velocidad que llevan tiro detrás y llego a pasar de 90 y aún así se se siguen llendo.
En el siguiente semáforo ellos están a la izquierda y yo en el carril de la derecha. Cuando se pone verde tiro y unos metros después me hace un cruzado bestial un **** con un coche metiéndose en mi carril que tengo que pegar una frenada impresionante, dándole a la vez una gran pitada. A todo esto los gc estaban detrás mia en el carril de la izquierda.
No contento con ello, el del coche empieza a gritarme y hacerme gestos que más de una vez hemos visto todos, y yo le contesto pero sin pasarme porque se que viene detrás la autoridad y supongo que pondrá orden.
Imaginaos mi cara cuando el primer motorista pasa de largo sin ni siquiera mirarnos (eso sí, a mucho más de 50), y el segundo se pone al lado del coche y se limita a hacerle el gesto con la mano de que no tiene razón para seguir detrás de su compañero. Esa es toda la atención que he recibido de la autoridad ante una evidente infracción por parte de un conductor que perfectamente podría haber acabado con graves consecuencias para otro motorista.
Seguramente ellos tendrán orden de multar a los motoristas que pasan del límite de velocidad, pero no de sancionar a los que nos ignoran saltándose el reglamento, y mucho menos protegernos de los salvajes que andan sueltos.
En fin, perdón por el tocho, pero tenía que contarlo. Que cada uno saque su propia conclusión. La mía es que debemos tener mucho cuidado ahí fuera y no esperar que nadie nos proteja.